Por Nelson Santana y Emmanuel Espinal
3 de diciembre de 2025
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El 25 de noviembre no es una fecha cualquiera. Es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, declarado en memoria de Las Hermanas Mirabal —Minerva, Patria y María Teresa—, asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por la dictadura de Trujillo. Desde entonces, organizaciones en todo «16 Días de Activismo», que culmina el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. Ese arco temporal recuerda una verdad esencial: la violencia contra las mujeres es una violación de derechos humanos.
ESENDOM se suma con una serie especial de 16 entregas —una por día— para nombrar, recordar y exigir. Honramos a Mamá Tingó (Florinda Soriano Muñoz), lideresa campesina asesinada por defender la tierra; a Lucrecia Pérez Matos, migrante dominicana asesinada en España en un crimen de odio; y a casos recientes que movilizaron conciencias como Emely Peguero. No son estadísticas: son vidas, familias y comunidades marcadas por femicidios, agresiones, impunidad y desprotección institucional.
Nuestra apuesta es clara: la violencia contra las mujeres debe cesar. Durante estos 16 días, ofreceremos perfiles breves, contexto histórico, claves legales y llamados a la acción para que cada lectura se convierta en memoria activa y compromiso ciudadano. Te invitamos a leer, compartir, educar y exigir políticas efectivas de prevención, protección y justicia.
Porque recordar es un acto de amor y de responsabilidad. Por ellas y por todas: ni una menos.
Esta serie no establece un ranking. El orden responde a criterios editoriales y cronológicos. Honramos a cada mujer con igual respeto. La violencia contra las mujeres debe cesar.
Serie ESENDOM «16 días por ellas» (25 de noviembre–10 de diciembre)
Yocairi Amarante: Del ataque con ácido a la reconstrucción de una vida
Introducción
El 25 de septiembre de 2020, Yocairi Amarante Rodríguez, de 19 años, fue atacada con «ácido del diablo» cuando se desmontaba de un carro público en el Ensanche Luperón de Santo Domingo. El ataque —orquestado por su expareja— le causó quemaduras severas y pérdida de visión. Su caso se convirtió en un referente de justicia efectiva: investigación técnica, presión ciudadana y condena histórica de 30 años de prisión para los tres implicados.
Por qué es relevante hoy
El 30 de septiembre de 2021, el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional condenó a 30 años de prisión a Willy Antonio Javier (expareja), Pedro Alexander Sosa Méndez (Alex) y Joan José Féliz (Pinol). La sentencia estableció precedente: no fue «crimen pasional» sino tortura planificada. La investigación documentó que Javier ofreció RD$25,000 a Sosa Méndez para perpetrar el ataque, con adelanto de RD$3,500. Para Yocairi, la sentencia significó «llorar de felicidad porque mi caso no quedó impune».
Qué la convierte en símbolo
Yocairi rompió el silencio típico de las sobrevivientes. Llamó su experiencia «una muerte en vida», pero desafió esa sentencia reconstruyendo su proyecto personal. Terminó el bachillerato, estudió contabilidad y trabajó como tapicera para sostener a su hija. Su testimonio humanizó el expediente judicial y desarmó mitos sobre la «provocación femenina», exponiendo la mecánica del control masculino violento.
Ficha biográfica
Nombre: Yocairi Amarante Rodríguez
Edad al momento del ataque: 19 años
Fecha: 25 de septiembre de 2020
Lugar: Ensanche Luperón, Santo Domingo
Agresor principal: Willy Antonio Javier Monegro (expareja)
Ejecutores: Pedro Alexander Sosa Méndez y Joan José Féliz
Sentencia: 30 años de prisión para cada implicado (30/09/2021)
Tipificación: Tortura, barbarie, violencia de género, asociación de malhechores
Secuelas: Pérdida de visión en un ojo, riesgo en el otro, múltiples cirugías reconstructivas
Biografía ampliada
La investigación reveló 15 días de planificación: fotografías de identificación, seguimiento, selección del punto de emboscada y motocicleta de escape. Un dato crucial no mencionado inicialmente: la relación comenzó cuando Yocairi tenía 14 años y Javier 28, evidenciando un patrón de abuso prolongado.
Durante su relación de cinco años, Javier la sometió a violencia física y psicológica sistemática, manteniéndola aislada y forzándola a tareas domésticas. Cuando Yocairi terminó la relación e inició otra dos meses después, Javier decidió atacarla.
El ataque generó movilización inmediata. La rapera Cardi B donó fondos para su tratamiento y cirugías, mientras vecinos organizaron colectas. El Ministerio Público construyó un caso sólido con pruebas materiales (motocicleta, casco, celulares) y testimoniales, documentando la cadena de pagos y roles específicos.
Su hija Winny inicialmente no la reconoció, diciéndole «¡un cuco!» al verla desfigurada. Ese momento de rechazo infantil casi la quiebra, pero también la impulsó a sobrevivir. En 2022, trabajaba como tapicera, realizando entregas y forrando muebles para sostenerse económicamente.
Lecciones del caso
Primero: La violencia de género opera como crimen organizado. Hubo logística, financiamiento y red de complicidad, no un «arranque pasional».
Segundo: La investigación técnica funciona. El rastreo de pagos, incautación de evidencia física y construcción testimonial permitieron una condena contundente sin dilaciones procesales.
Tercero: La reparación integral sigue pendiente. La sentencia es justicia penal, pero las sobrevivientes necesitan atención médica continua, apoyo psicológico sostenido e inserción laboral digna.
Conclusión
En nuestra serie «16 Mujeres: Memoria y Justicia», Yocairi Amarante representa la supervivencia activa. Su frase —«esto una muerte en vida»— no es resignación sino denuncia del sistema que permite estos ataques. Su historia exige:
Regulación estricta del acceso a sustancias corrosivas
Protocolos de detección temprana de violencia en relaciones
Sistema judicial con perspectiva de género consistente
Políticas de reparación integral para sobrevivientes
Santa Rodríguez, madre de Yocairi, agradeció al país por «no haberlas abandonado». Como sociedad, el compromiso es garantizar que ninguna mujer más enfrente esta barbarie sin protección efectiva del Estado.
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