By ESENDOM
December 2, 2025
Lea en español: Pete Hegseth anuncia despliegue militar en Santo Domingo
Key points
The United States will deploy troops and aircraft on Dominican territory as part of Operation “Spear of the South,” with the express authorization of President Luis Abinader.
For a limited time, Washington may use restricted areas at San Isidro Air Base and Las Américas International Airport to refuel aircraft and move technical equipment.
Dominican authorities incinerated 1,450 kilos of cocaine in three recent operations and, so far this year, have burned more than 28,452 kilos of drugs.
The government presents the agreement as technical, limited, and necessary against drug trafficking, while questions mount over sovereignty, human rights, and the militarization of the Caribbean.
U.S. Secretary of Defense Pete Hegseth announced this week in Santo Domingo a deployment of troops and aircraft on Dominican soil as part of Operation Spear of the South, a military offensive against drug-trafficking networks in the Caribbean. President Luis Abinader confirmed the authorization.
The agreement allows U.S. forces to use facilities at San Isidro and Las Américas to refuel KC-135 tankers and transport equipment on C-130 cargo planes. Abinader explained that the cooperation falls under bilateral security protocols in force since 1995 and 2003.
What is Operation Spear of the South?
Operation Spear of the South is a U.S. Southern Command offensive that combines intelligence, aerial surveillance, and strikes against go-fast boats carrying drugs from South America. Since it began in November 2025, U.S. forces have targeted dozens of vessels, with a toll of more than 80 deaths at sea.
With this agreement, the Dominican Republic shifts from being viewed merely as a “transit country” to serving as a logistical platform for the operation.
Hegseth was blunt during his visit: traffickers “only understand the language of force.” He said the operations will respect Dominican sovereignty and law.
Cocaine Seizures and Incineration in the Dominican Republic
As the agreement was formalized, Dominican authorities incinerated 1,450 kilos of cocaine seized this month in three coastal operations in Pedernales linked to Operation Spear of the South. The burning took place at the First Infantry Brigade of the Army, under the supervision of the National Institute of Forensic Sciences (INACIF).
Sonia Elizabeth Lebrón, INACIF’s director, emphasized that each destroyed shipment means less harm to public health, particularly for young people. So far in 2025, the country has destroyed more than 28,452 kilos of drugs thanks to joint operations by the DNCD, the Public Prosecutor’s Office, and the Armed Forces.
Debate Over Sovereignty and U.S. Military Presence
For many Dominicans, any U.S. military presence evokes the 1965 intervention and other episodes of foreign tutelage. Even when labeled “technical and limited,” U.S. uniforms and aircraft operating from Dominican bases raise concerns.
Major Worries Include:
Lack of public details on the duration of the agreement and civilian oversight
Risk of the territory being tied to lethal operations whose transparency is questioned by international organizations
Possibility that a military focus displaces debate on prevention, jobs, and demand reduction
In the regional context, the deployment is also read through tensions with Venezuela and Cuba.
Impact on the Dominican Community Abroad
For the Dominican community in the United States, the news cuts both ways. It represents a joint effort against a chain of violence that stretches across the Caribbean and into Latino neighborhoods in the Bronx, Washington Heights, Lawrence, and Miami.
Yet it also reinforces an image of the Dominican Republic as a “drug corridor,” a narrative at odds with the daily contributions of millions who sustain the country through remittances, investment, and culture. In a climate where hardline security often blends with anti-immigrant rhetoric, the Dominican role in such a visible operation could shape perceptions of the community in the U.S.
President Luis Abinader’s Political Test
The president maintains that “no country can or should face” drug trafficking alone. The challenge will be proving that the agreement is truly temporary, constitutional, respectful of human rights, and part of a broader strategy that includes prevention and opportunity for vulnerable communities.
In a nation with living memories of foreign interventions—and a diaspora alert to any sign of instability—Operation Spear of the South is a critical test of the political and social cost of choosing a militarized security approach.
Puntos claves:
EE.UU. desplegará tropas y aeronaves en territorio dominicano como parte de la operación «Lanza del Sur», con autorización expresa del presidente Luis Abinader.
Por un tiempo limitado, Washington podrá usar zonas restringidas en la Base Aérea de San Isidro y el Aeropuerto Internacional de Las Américas para reabastecer aviones y mover equipos técnicos.
Las autoridades dominicanas incineraron 1,450 kilos de cocaína en tres operativos recientes y, en lo que va de año, han quemado más de 28,452 kilos de drogas.
El gobierno presenta el acuerdo como técnico, limitado y necesario contra el narcotráfico, mientras crecen las preguntas sobre soberanía, derechos humanos y la militarización del Caribe.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció esta semana desde Santo Domingo un despliegue de tropas y aeronaves en territorio dominicano como parte de la Operación Lanza del Sur, ofensiva militar contra redes de narcotráfico en el Caribe. El presidente Luis Abinader confirmó la autorización.
El acuerdo permite que fuerzas estadounidenses utilicen instalaciones en San Isidro y Las Américas para reabastecer aviones cisterna KC-135 y transportar equipos mediante cargueros C-130. Abinader explicó que la cooperación se enmarca en protocolos bilaterales de seguridad vigentes desde 1995 y 2003.
¿Qué es la Operación Lanza del Sur?
La Operación Lanza del Sur es una ofensiva del Comando Sur de EE.UU. que combina inteligencia, vigilancia aérea y ataques contra lanchas rápidas que transportan droga desde Sudamérica. Desde su inicio en noviembre de 2025, las fuerzas estadounidenses han atacado decenas de embarcaciones con un saldo superior a 80 muertos en alta mar.
Con este acuerdo, República Dominicana pasa de ser considerada «país de tránsito» a convertirse en plataforma logística de la operación.
Hegseth fue directo durante su visita: los narcotraficantes «solo entienden el idioma de la fuerza». Aseguró que las operaciones respetarán la soberanía y las leyes dominicanas.
Incautación y quema de cocaína en República Dominicana
Mientras se formalizaba el acuerdo, las autoridades dominicanas incineraron 1,450 kilos de cocaína incautados este mes en tres operativos costeros en Pedernales, vinculados a la Operación Lanza del Sur. La quema se realizó en la Primera Brigada de Infantería del Ejército, bajo supervisión del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
Sonia Elizabeth Lebrón, directora del Inacif, destacó que cada sustancia destruida representa menos impacto para la salud pública, particularmente para los jóvenes. En lo que va de 2025, el país ha destruido más de 28,452 kilos de drogas gracias a operativos conjuntos de la DNCD, el Ministerio Público y las Fuerzas Armadas.
Debate sobre soberanía y presencia militar de EE.UU.
Para muchos dominicanos, cualquier presencia militar estadounidense evoca la intervención de 1965 y otros episodios de tutela extranjera. Aunque se hable de un despliegue «técnico y limitado», uniformes y aeronaves estadounidenses operando desde bases dominicanas generan inquietud.
Las principales preocupaciones incluyen:
Falta de detalles públicos sobre duración y supervisión civil del acuerdo
Riesgo de que el territorio quede asociado a operaciones letales cuya transparencia cuestionan organizaciones internacionales
Posibilidad de que el énfasis militar desplace debates sobre prevención, empleo y reducción de demanda
En el contexto regional, el despliegue también se interpreta a través de las tensiones con Venezuela y Cuba.
Impacto en la comunidad dominicana en el exterior
Para la comunidad dominicana en Estados Unidos, la noticia tiene lecturas encontradas. Representa un esfuerzo conjunto contra una cadena de violencia que atraviesa el Caribe y llega a barrios latinos del Bronx, Washington Heights, Lawrence y Miami.
Sin embargo, también refuerza la imagen de República Dominicana como «corredor de drogas», narrativa que choca con el aporte diario de millones que sostienen al país mediante remesas, inversión y contribuciones culturales.
En un contexto donde la mano dura se mezcla con retóricas antiinmigrantes, el protagonismo dominicano en una operación tan visible puede influir en la percepción de la comunidad en Estados Unidos.
El desafío político de Luis Abinader
El presidente insiste en que «ningún país puede ni debe enfrentar solo» el narcotráfico. El reto será demostrar que el acuerdo es efectivamente temporal, que respeta la Constitución y los derechos humanos, y que la estrategia antidrogas incluye prevención y oportunidades para comunidades vulnerables.
En una nación con memoria viva de intervenciones extranjeras y con una comunidad en el exterior atenta a cada señal de inestabilidad, la Operación Lanza del Sur representa una prueba crítica del costo político y social de apostar por la seguridad militarizada.
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