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Cultura y conciencia

Tres gatos protestan buques estadounidenses en Venezuela mientras el resto de los dominicanos piden que se lleven a «Podrido» (Sátira)

Sátira, HumorNelson SantanaComment

Por Panocho Pechocho
3 de septiembre de 2025

Tres gatos, Podrido y una mansión en Cap Cana: la protesta más ignorada del Caribe

Puntos clave:

  • Solo tres gatos asistieron a la protesta contra los buques estadounidenses en el Caribe.

  • La mayoría de los dominicanos no se preocupa por los barcos, sino por los apagones, el arroz y la guagua.

  • Nicolás Maduro, rebautizado como «Podrido», tiene una mansión de lujo en Cap Cana incautada por EE.UU.

  • Mientras tanto, en Santo Domingo, la protesta pasó desapercibida, entre yaniqueques y calor sofocante.

El desfile felino

El pasado sábado, en Santo Domingo, tres gatos —sí, tres— se reunieron frente a la Plaza Simón Bolívar con cartelitos de «Yankee Go Home». A su lado, un par de militantes de izquierda con las banderas arrugadas de Chávez y Nicolás Maduro (o mejor dicho, “Podrido”) intentaban revivir el espíritu de la Revolución Bolivariana.

El evento, supuestamente parte del Día Mundial de Solidaridad con Venezuela, terminó pareciendo un velorio político con gatos como dolientes principales. Entre los maullidos de protesta y los discursos repetidos de «soberanía y autodeterminación», los transeúntes preferían comprar un yaniqueque o preguntar cuándo vuelve la luz.

Lo que piensa la calle

Para el dominicano de a pie, la discusión sobre buques de guerra en el Caribe es lejana. Lo urgente es el precio del arroz, el pasaje del carro público o cómo sobrevivir al calor con apagones diarios. De hecho, algunos dicen en voz baja lo contrario a los tres gatos: «Si esos barcos se llevan a Podrido, mejor todavía».

Y es que el presidente venezolano no solo es famoso por hundir a su país, sino por guardar parte de su fortuna en República Dominicana. La lujosa Villa La Caracola en Cap Cana, con piscina infinita y vista de revista, fue incautada por Estados Unidos como parte de las propiedades vinculadas a Maduro. Ironía caribeña: mientras en Caracas faltan los pañales, Podrido tenía jacuzzi frente al mar quisqueyano. Un verdadero paraíso fiscal...

El Caribe real

En los barrios dominicanos, la conversación es simple: «Que se lleven a Podrido y de paso nos manden un transformador eléctrico». La supuesta amenaza imperialista palidece frente a la realidad: colmados sin nevera, guaguas más caras y un calor que ni el mar Caribe logra disimular.

Epílogo satírico

La protesta concluyó cuando los gatos, cansados, se dispersaron en busca de sardinas. Los militantes guardaron sus pancartas, convencidos de que habían escrito otra página heroica en la historia latinoamericana. Pero la verdad es que, en la agenda dominicana, la noticia quedó al final, detrás del béisbol, la música urbana y la eterna pregunta de cuándo llega el agua.

Al final, la sátira se resume en una sola frase: el pueblo quiere soluciones, no discursos; y si algún barco de guerra sirve para llevarse a Podrido y sus mansiones, pues que así sea.