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Cultura y conciencia

RD: Donde la luz se va de vacaciones y los apagones gobiernan (Sátira)

SátiraNelson SantanaComment

Por Panocho Pechocho
27 de agosto de 2025

La luz turista

En la República Dominicana, la luz no se va: se va de tour. Hoy amanece en Villa Juana, mañana se retrata en Higüey, pasado se broncea en Puerto Plata. Es el único servicio público con más millas acumuladas que un influencer popi. La pregunta de rigor no es “¿se fue la luz?” sino “¿para dónde se fue hoy? ¿Venus, Marte o a visitar a su primo en Miami?”.

Toxic Crow, sindicalista de las plantas eléctricas, abogando por mejores condiciones laborales y cero explotación.

+ Post cortesía de Somos Pueblo

Las plantas en huelga

Mientras tanto, las plantas eléctricas están que no dan más. Se declaran en huelga por sobrecarga laboral y piden mejores condiciones. Para colmo, contrataron a Toxic Crow como su sindicalista. El pliego de demandas incluye gasolina subsidiada, aceite 10W-30 premium y que por favor la gente deje de bautizarlas como “Doña Planta” porque ya sienten que cargan con más respeto que el propio sistema eléctrico nacional.

Facturas intergalácticas

Los recibos de luz, por su parte, parecen escritos en jeroglíficos egipcios. Cifras que suben como cohetes de Jeff Bezos y Elon Musk. La gente se pregunta si en la factura están cobrando también el ticket a Marte. Porque pagar RD$8,000 por 12 horas de apagón es la definición más criolla de ciencia ficción.

Bombillos apagados en el Palacio

En Palacio Nacional, los funcionarios tampoco ven luz: hasta el bombillo de ideas está fundido. Los préstamos millonarios que supuestamente iban a traer soluciones han traído más apagones que la tanda extendida de las escuelas. Parece que la única estrategia energética que funciona es la de dar discursos a oscuras, con velas de esperanza importadas de Amazon.

Paneles solares: el otro apagón

Y si usted piensa en paneles solares para liberarse, prepárese: los senadores ni lavan ni prestan la batea. Llenan el camino de trabas, permisos y papeleos, como si el sol necesitara un permiso laboral o un poder ejecutivo para alumbrar su techo. En el este, los paneles solares ya tienen su propio sindicalista: Sergio Carlo, que lleva años peleando porque lo dejen poner placas en paz. En cualquier momento, organizará la primera “Marcha del Sol” frente al Congreso, con protectores solares como bandera y sombrillas de protesta.

Sergio Carlo en su rol de sindicalista de los paneles solares, abogando por que el gobierno libere al sol.

+ Post cortesía del Antinoti

Epílogo:

La luz en RD no se pierde: se esconde, se divierte y se va de rumba. Mientras tanto, el pueblo sigue encendiendo velones y abanicos manuales, jurando que el único sistema confiable es el de la vieja que siempre tiene velas guardadas en el colmado.

En conclusión, la verdadera pregunta nacional no es “¿cuándo viene la luz?” sino “qué souvenir traerá cuando regrese de su viaje intergaláctico”.