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Cultura y conciencia

Los nuevos pacientes invisibles: 20 mil médicos sin consultorios, pero con batas al día (Sátira)

Sátira, HumorNelson SantanaComment

Por el Departamento de Ironía Médica Ejemplar
20 de agosto de 2025

Santo Domingo, República del Realismo Sanitario - Julio 2025

En esta tierra quisqueyana donde el dengue tiene más estabilidad laboral que un oncólogo recién graduado, hemos sido testigos del milagro médico más extraordinario del siglo XXI: la multiplicación bíblica de doctores sin pacientes.

El Diagnóstico nacional

Según el eternamente optimista Waldo Ariel Suero—presidente (casi dictador electo) arcaico y perpetuo del Colegio Médico Dominicano y vocero oficial de la tragedia en bata blanca— tenemos entre 15,000 y 20,000 médicos jóvenes desempleados.

¡Sí, leyó correctamente! Médicos desempleados… en el país donde hasta el chikungunya pidió naturalización dominicana por lo bien que se siente aquí.

La paradoja criolla perfecta: Mientras en los hospitales falta desde algodón hasta anestesiólogos, miles de médicos jóvenes se debaten entre hacer una séptima especialización, abrir una cuenta de OnlyFans educativo, o poner un consultorio clandestino en el baño de su casa.

«Mucho estetoscopio, poco empleo»

Estos médicos pueden diagnosticar una apendicitis solo viendo cómo camina alguien en el Malecón, pero no pueden diagnosticar su futuro laboral ni con una tomografía de sus perspectivas profesionales.

Especies médicas en peligro de extinción laboral:

- El Doctor Uber: Estetoscopio en la guantera, bata en el asiento trasero

- El Doctor TikTok: Especialista en diagnósticos virales de 15 segundos

- El Doctor Emigrante: CV actualizado en tres idiomas, pasaporte al día

Las Soluciones Mágicas de Waldo

Pero nuestro querido Waldo tiene la receta milagrosa: crear 6,000 unidades de atención primaria. Lo dice con la misma convicción de quien promete terminar la UASD de Bonao antes del 2030.

Esto crearía unas 4,000 plazas médicas, lo cual es matemáticamente perfecto… si vivimos en una dimensión paralela donde el presupuesto nacional se multiplica como los panes y los peces.

Propuestas adicionales del CMD para reubicar médicos:

- 🏫 En escuelas: Para enseñar anatomía mientras tratan las crisis nerviosas de los maestros

- 🪖 En cuarteles: Por si hay que curar heridas de ego militar

- 🛍 En centros comerciales: Porque nada dice «emergencia médica» como un consultorio pediátrico al lado de una tienda de celulares

La Filosofía del «No Sabemos Nada»

Aquí viene la parte más hermosa de esta telenovela médica: nadie sabe cuántos médicos necesita realmente el país. Literalmente. No hay estudios. Es como si la planificación sanitaria nacional se manejara con el horóscopo de Walter Mercado y las predicciones del loro de doña Carmen.

¿Faltan ginecólogos en Barahona? ¿Sobran cardiólogos en Santiago? ¿Hay más neurocirujanos que cerebros que operar? Misterios sin resolver.

Pero eso sí, seguimos graduando médicos como si fueran mangos en temporada, porque en este país la lógica es un lujo que no podemos permitirnos.

La Vocación heroica (y masoquista)

A pesar de esta crisis épica, medicina sigue siendo una de las carreras más populares. ¿Por qué? Porque nada llena más de orgullo a una familia dominicana que tener un hijo doctor… aunque esté manejando Uber, trabajando en un call center, o vendiendo suplementos naturales con bata puesta para dar más credibilidad.

La ecuación familiar dominicana:

Hijo + Título de Doctor = Estatus Social

(Empleo del hijo = Variable irrelevante)

La reflexión que duele

Lo que tenemos no es crisis de médicos; es crisis de planificación, visión y voluntad política real. Aquí el único «primer nivel de atención» que conocemos es el primer nivel de dramatismo institucional.

Mientras Waldo hace conferencias de prensa semanales (pero sin estetoscopio para mayor credibilidad), 20,000 médicos jóvenes siguen esperando un empleo… mientras juegan Where’s Waldo?, en la sección de de empleos en los periódicos virtuales como los empleos médicos que se encuantran en ellos… o una buena oferta laboral en Toronto.

La ironía suprema: En un país donde todo el mundo se automedica con acetaminofén y TikTok, tenemos miles de doctores titulados sin trabajo. Es como tener hambre en una panadería cerrada… pero con las llaves en el bolsillo.

Esta crónica médica fue escrita sin supervisión del Colegio Médico Dominicano, sin auspicio de farmacéuticas multinacionales, y definitivamente sin la bendición de Waldo Ariel Suero. Cualquier parecido con la realidad es síntoma de que algo anda muy mal en nuestro sistema de salud… y no precisamente con los médicos.