Por Panocho Pechocho
26 de noviembre de 2025
Paliza insiste en que «la República Dominicana cambió» y que la impunidad frente al narco «dejó de ser una opción», aunque durante décadas fue el plan de datos oficial de la política criolla.
El PRM promete auditorías internas, depuración del padrón y reforma a la Ley 155-17 para convertir a los partidos en «sujetos obligados»… después de años de hacerse los desentendidos.
El Gobierno exhibe récord de extradiciones y decomisos como trofeos, mientras la sociedad civil recuerda que esos mismos personajes antes cortaban cintas y daban abrazos en tarimas.
Paliza llama a los políticos ligados al crimen organizado a entregarse voluntariamente, como si el narco hiciera fila en la Fiscalía con turno en mano.
Santo Domingo, República Dominicana. – Según José Ignacio Paliza, la República Dominicana acaba de entrar en una nueva era: la era en la que la impunidad «dejó de ser una opción». No quedó claro si la impunidad renunció por carta notariada, si se fue en yola o si simplemente la sacaron del grupo de WhatsApp «Política RD (solo gente seria)».
En una alocución cuidadosamente peinada, el presidente del PRM y ministro de la Presidencia reconoció que la gente está cansada de ver titulares donde coinciden, curiosamente, las palabras dirigente, político y narcotráfico. Pero aseguró que eso no es señal de deterioro, sino de «transformación institucional». Es decir: lo que antes se barría debajo de la alfombra ahora simplemente cabe en la portada.
Paliza recordó que desde 2020 se han producido más de 350 extradiciones y decomisos históricos de drogas. El mensaje es claro: Estados Unidos se lleva a los protagonistas, y aquí nos quedamos con la moraleja. La diáspora dominicana, que lleva años viendo cómo ciertos «empresarios» aterrizan en Nueva York directo a tribunales federales, observa todo esto con una mezcla de déjà vu y «ahora sí es verdad que sí… ¿o no?».
Partido en modo «limpieza profunda»
El PRM, confesó Paliza, recibió en sus filas gente que llegó «en procura de impunidad». Pero, asegura, se equivocaron de dirección: no era el partido, era la aplicación de delivery. Ahora el oficialismo promete auditorías internas, revisión de expedientes y una reforma para que los partidos sean «sujetos obligados» ante la Ley 155-17, como los bancos. Falta por ver si el sistema detectará «operación sospechosa» cuando entren maletines en vez de transferencias.
Durante décadas, todos los colores políticos practicaron la misma doctrina: «no preguntes de dónde viene el dinero, mientras alcance para la caravana». Hoy, con presiones internacionales y una ciudadanía más conectada que nunca, la foto ha cambiado. Lo único que no cambia es que todos juran que ellos, precisamente ellos, siempre estuvieron «del lado correcto de la historia».
«Entréguense»… pero sin hacer fila en la convención
Paliza advirtió que «surgirán más casos» porque el narcotráfico es un «cáncer» y porque, ahora sí, se investiga de verdad. De paso, hizo un llamado solemne a los políticos vinculados al crimen organizado, de cualquier partido, a entregarse voluntariamente. Falta solo que habiliten una ventanilla: «Narcos arrepentidos y políticos en vía de redención, favor pasar por aquí».
Mientras tanto, en El Bronx, Madrid, Santiago y Cristo Rey, la gente mira el noticiero con la misma pregunta: si la impunidad de verdad «dejó de ser una opción», ¿cuándo veremos la lista completa de quienes la disfrutaron por años como plan ilimitado?
El Gobierno y el PRM insisten en que el país cambió. La ciudadanía, dentro y fuera de la isla, hará el fact-checking: si de este «nuevo rumbo» salen expedientes, condenas y menos narco en la boleta, será transformación. Si solo salen discursos bien escritos, será la misma película de siempre, pero con mejor guion y luces más modernas.