Por Cimarrona
3 de diciembre de 2018
Vincho Castillo, el palero trujillista, ya tiene un monumento erigido en su nombre. Se trata de una estatua colocada en el patio de la Casa Nacional del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
La colorida obra es el trabajo de un artista anónimo graduado de Altos de Chavón. El monumento a una de las figuras claves del Nazionalismo dominicano fue comisionado por Leonel Quirino, ex –presidente y cabecilla principal de FUNJODE.
La instalación de la estatua de Vincho en los predios peledeistas ya están causando ronchas entre líderes neotrujillistas y neobalagueristas dentro del partido morado. Euclides Gutiérrez Félix está que arde de la rabia. Se pregunta porque el PLD erige una estatua a Vincho cuando «yo que dirigía la propaganda trujillista desde Radio Caribe jugué un rol principal en la represión en contra de la oposición al régimen». El también auto-proclamado historiador, se lamenta de que «el PLD atienda más a los comesolos de afuera que a los comesolos de adentro».
La estatua a Vincho también ha provocado envidia entre las filas Nazionalistas. Para Manuel Núñez, quien no duda en el compromiso reaccionario de Vincho, la estatua podría haber esperado. Dice que él también se merece una estatua por «esa labor propagandística que le ha dañado la mente a más de dos generaciones».
Núñez argumenta que él es el que le ha dado más teoría y más forma «al racismo anti-haitiano». Asevera que «yo escribí un libro y hasta salió premiado». El libro al que se refiere, El ocaso de la nación dominicana, recibió un premio en el 2002 pese a haber sido publicado en el 1990. Para muchos intelectuales, la premiación al libro de Núñez fue una violación a las bases del concurso. Por pura coincidencia, en esos tiempos Manuel Núñez ostentaba un cargo en el gobierno.
Yadira, otra Nazionalista, argumenta que es penoso ver como se premie a Vincho y «a ella que tanta basura ideológica ha difundido por las redes, ni un yaniqueque le sale». Dice que no le han dado una botella y que sólo es rumor. Ojalá me dieran una botellita, dice.
No todos los Nazionalistas estaban enfurecidos con la estatua de Vincho. Pacoredo, una secta de propaganda de la ultra-derecha, aplaudió la iniciativa de erigir el monumento al jefe de la Familia Castillo con una declaración: «ahora forma parte de una larga lista de monumentos que promueven los valores patrióticos a través del culto de la personalidad. ¡Bienvenida sea la estatua de Vincho!».
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