Por Paju Nuas
19 de diciembre de 2017
En lo que aparenta ser una repetición del drama vivido por Jorge Luis Borges, el escritor dominicano Bruno Rosario Candelier ha sido nombrado inspector de aves por su excelentísimo, benefactor del Nueva York Chiquito y presidente vitalicio, el licenciado Danilo Medina.
La orden proveniente del poder ejecutivo separa a Bruno Rosario Candelier de su puesto en la Academia Dominicana de la Lengua donde llevaba 15 años sentado en la silla presidencial de la entidad cultural. El presidente Medina (un semi-analfabeto funcional) le guarda cierta admiración al depuesto jefe de la Academia a pesar de nunca haber leído su poesía y trabajo ensayístico.
Pero la estima de Medina no fue suficiente para evitar el destronamiento de Bruno Rosario Candelier. Un grupito de tigueres o intelectuales botellas (con cierto parecido a Bruno Rosario Candelier pero provenientes de otra parcela o facción política) habrían instigado el decreto presidencial.
Desde hoy, Bruno Rosario Candelier, orientador y fundador del movimiento literario Interiorista, deja atrás el escritorio y la comodidad de los aires acondicionados para dedicar el resto de su vida a la inspección de aves, gallos y gallinas en el Mercado Nuevo de la capital dominicana.
«Terminé siendo como Borges », ha dicho en tono muy serio Bruno Rosario Candelier a esta cronista de la verdad.
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