Por Carabela García
14 de noviembre de 2017
Con mucha indignación y toda la impotencia del mundo ha sido recibido en el pequeño mundillo intelectual dominicano el anuncio de la suspensión de la Feria del Aguacate en Nueva York hasta pronto aviso.
Este año, la Feria del Aguacate estaba dedicada al mango tirapiedras. De origen tropical, el mango tirapiedras es una fruta dulce y deliciosa con poco o nulo beneficio nutricional.
A la cita anual asisten figuras y figurines de la diversa fauna y flora dominicana en los Estados Unidos entre los que destacan ñames, yucas, guineos, rulos, plátanos, vainitas, fruta bomba, berenjenas, limones agrios y dulces, así como cocos secos y cocos de agua.
En los cafetines y fondas frecuentadas por la comunidad criolla se comentan varias hipótesis o rumores que explicarían la cancelación del frecuentado evento cultural:
- Pocos sombreros para demasiadas cabezas.
No llegó el cargamento de pesticidas.
Proliferación de aguacates maduros que casi se pudren.
La burocracia no estaba por trabajar (de nuevo).
Danilistas y Leonistas matándose por lo suyo.
El hombre del maletín no aparece.
Rita Indiana dijo que venía sin anunciarse (posibilidad de robarse el show).
Invitaron a Manuel Núñez quien pone en entredicho la calidad de la feria.
Rebelión de las botellas (querían más plata).
Frank Báez amenazó con robarse el show.
Conflictos de intereses (celos) entre los aguacates de la isla y los de la «diáspora».
La publicación de una lista negra señalando productos tóxicos.
Odalis y Néstor se iban a fajar a golpes.
Los bachateros insistían en cobrar en dólares.
Una botella descontenta se robó los cables de la tarima.
Al cierre de esta publicación las conjeturas iban y venían, un reflejo más de la falta de mecanismos de democracia y transparencia dentro de las instituciones gubernamentales responsables de la organización del magno evento.
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