Para conmemorar el 49 aniversario del asesinato de Rafael Leónidas Trujillo, Esendom le echa un vistazo a la maquinaria de terror construida por Trujillo
La maquinaria de terror de Trujillo
Por María Encarnación
2 de junio, 2010
Desde la década del 1930 en adelante, el pueblo dominicano y sus aliados en el extranjero organizaron un movimiento de resistencia contra la sangrienta dictadura de Trujillo (1930-1961) que desafió al régimen hasta el último día. Trujillo estableció una maquinaria de terror para mantener a la población bajo control, y silenciar cualquier oposición en contra de su gobierno a través de una red de informantes pagados y asesinos conocidos como ‘calieses’. Otro grupo de informantes provenía de Cuba, los cuales habían desempeñado como torturadores durante el reinado dictatorial del General Machado. Sin embargo, los torturadores de Machado se quedaron sin pito y sin flauta cuando el general Machado fue derrocado por una huelga general dirigida por los trabajadores del azúcar en 1933. La revolución en contra Machado asustó a Trujillo y la pequeña élite que lo respaldaba. A partir de ese entonces, estableció la represión física y psicológica para acabar con los disidentes políticos y el movimiento obrero.
La maquinaria de terror de Trujillo también incluyó a miembros de la poderosa Guardia Nacional, el ejército construido por la marina de Estados Unidos durante la ocupación militar. De hecho, el general Trujillo fue entrenado por las fuerzas de EE.UU. durante la ocupación, y ascendió al grado de general después de que él ayudó a los soldados de EE.UU. a reprimir a los campesinos cuyas tierras habían sido expropiadas por los inversionistas de EE.UU. en la industria azucarera.
Pero Trujillo no estaba solo.
En realidad, el reinado de terror de Trujillo fue posible con la ayuda del general Ludovino Fernández, un aliado cercano que asesinó y mutiló a muchos oponentes del régimen. Sin embargo, quienes formaban parte del ejército y se oponían a la violenta represión de Trujillo fueron señalados como traidores y condenados a penas de prisión. Otros fueron desterrados a la vecina Haití u obligados a exiliarse en otros países.
En 1937, el terror de Trujillo llegó a Haití mientras decenas de miles de nacionales haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana fueron asesinados por su régimen en las regiones fronterizas. Pocas personas llegaron a tener conocimiento sobre la masacre de 1937 y no fue hasta varios años más tarde que al pueblo le empezó a llegar los detalles. De hecho la poca información que le llegaba al pueblo fue a través de los exiliados políticos que les difundían noticias sobre la masacre de haitianos con la esperanza de que el mundo condenara el horrendo genocidio, así como los muchos crímenes del régimen de Trujillo contra los dominicanos nativos y los inmigrantes haitianos.