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Cultura y conciencia

Una nueva generación de peloteros dominicanos – parte 1: Llegó papá

Beísbol, DeportesNelson SantanaComment

Por Melbin Peralta
10 de diciembre del 2018

Esta serie de artículos tendrá enfoque en el pasado, presente y el futuro de las Grandes Ligas. El enfoque de la primera parte serán los padres dominicanos de algunos prospectos de descendencia dominicana. Mientras la segunda parte se enfocará en los prospectos que se predicen llegarán a Grandes Ligas el próximo año 2019, Vladimir Guerrero Jr. y Fernando Tatís Jr., entre otros. 

En la década de los noventas, Las Grandes Ligas o Major League Baseball (MLB) alcanzó un rumbo después de un paro laboral que comenzó en el 1994 y duró hasta 1995.  Se puede decir que Sammy Sosa fue el motor en una década donde los dominicanos fueron reconocidos por sus méritos. En una década donde los jonrones se glorificaban y más aún durante la temporada del 1998 cuando Sosa, Mark McGwire y Ken Griffey, Jr. batallaban palo a palo por el liderazgo. Los medios seguían específicamente estas históricas campañas entre Sosa y McGwire, con Sosa brindando orgullo a nuestra Quisqueya. En ese mismo año, Manny Ramírez fue un aspirante al premio de Jugador Más Valioso en la Liga Americana. No sólo fuimos reconocidos por el bate, sino que Pedro Martínez quedó segundo en votaciones para el premio de Cy Young en la Liga Americana. Aunque no ganaron trofeos, nuestro Sammy Sosa salió ganándole a Mark McGwire el premio de Jugador más valioso de la Liga Nacional pero McGwire terminó con más jonrones. Albert Bell fue el primer dominicano en alcanzar 50 jonrones, logrando la hazaña en el 1990. Ocho años después, Sosa terminó con promedio de .308, 66 cañonazos y 158 carreras impulsadas.

Sammy Sosa fue el motor en una década donde los dominicanos fueron reconocidos por sus méritos.

¿Ahora pregunto, saben quién quedó en tercer lugar ese mismo año (1998) para el prestigioso premio de Jugador Más Valioso en la Liga Nacional? Si su respuesta es Fernando Tatís o Vladimir Guerrero, usted se ponchó. El jardinero de los Astros de Houston, Moisés Alou, hijo del ex-dirigente de los Expos de Montreal, Felipe Alou, terminó ese año con 38 jonrones, 34 dobles y 128 carreras impulsadas. Alou llegó a tener una carrera beisbolista respetable jugando con equipos como los Marlins de Florida—con quien ganó un campeonato de Serie Mundial en el 1997—los Cachorros de Chicago, los Astros de Houston y los Mets de Nueva York, retirándose por causa de lesiones.

Vladimir Guerrero, el más reciente y tercer dominicano en ingresar al Salón de la fama, no sólo fue elegido por sus logros, sino también por jugar el juego sin ser afectado por las políticas de la era de los esteroides. (Quizás me animo a escribir un artículo más profundo sobre los esteroides y las conspiraciones sobre el uso de esteroides que ha encadenado los latinos, especialmente a los dominicanos.) Guerrero es de las estrellas dominicanas que nunca fue acusado por alegaciones o afirmaciones acerca del uso de esteroides. Papá Guerrero en sus 16 años de carrera como beisbolista (excluyendo la temporada del 1996 en el que jugó nueve juegos), apenas tuvo dos temporadas en el que bateó un promedio menos de .300. Incluso tuvo ocho temporadas con más de 30 jonrones y 10 años impulsando más de 100 carreras. Conocido por ser uno de los pocos jugadores que no usaban guantillas cuando bateaba, y su coordinación al batearle a «bolas mala» (malos lanzamientos) que en ocasiones se convertían en sencillos o palos largos, incluyendo esos lanzamientos que les llegaban por el suelo. Guerrero siempre recordado por su bate, pero tampoco nos olvidaremos de su cañón de brazo. ¿Cómo borrar de la memoria los momentos cuando Guerrero sacaba a los jugadores en el plato con su artillería de brazo? Al fin, Vladimir Guerrero llegó a Cooperstown este año siendo el tercer dominicano y primer jugador de posición (Juan Marichal y Pedro Martínez ingresaron al salón como lanzadores).

En el béisbol hay varias marcas que han llevado a varios jugadores a la inmortalidad. Quiero mencionar uno de los más inalcanzables. Primeramente, dar un jonrón con la base llena es difícil. ¿Pero que será dar un jonrón con las bases llenas dos veces en el mismo juego? Para añadirle, ¿que será dar dos jonrones con las bases llenas en un solo inning? Fernando Tatís es el único pelotero en la historia de las Grandes Ligas que ha logrado esa hazaña; lo logró el 23 de abril del año 1999 en la tercera entrada en contra los Dodgers de Los Ángeles. Ese año Tatís tuvo su mejor temporada con un promedio de .298, 34 jonrones, 31 dobles, 21 bases robadas y 121 carreras impulsadas. De por vida, Tatís conectó con ocho Grand Slams. Tatís quizás por los numeritos de carreras no llegará a Cooperstown, pero su nombre está marcado con tinta indeleble en uno de los records más difíciles de lograr.

Guerrero es de las estrellas dominicanas que nunca fue acusado por alegaciones o afirmaciones acerca del uso de esteroides.

Vladimir Guerrero y Fernando Tatís dejaron un legado para la historia y como cualquier buena película tendremos una segunda parte en sus hijos los Juniors, Guerrero Jr. y Tatís Jr. Y esta no nos dejará decepcionado y mucho menos cuando son hijos de unos guerreros que lo dejaron todo dentro del diamante.

 

En la banca:  Raúl Mondesí

Bueno, si sigo me van a decir ladrón de tiempo y mal gastar su… Eso es lo último que ha ocurrido por la carrera de Raúl Mondesí. Un hombre siempre controversial fuera y dentro del juego.

En 1993, Raúl Mondesí comenzó su carrera con los Dodgers de Los Ángeles. Mondesí tenía un cañón de brazo semejante a los de Vladimir Guerrero y José Guillén, reconocidos por su escopeta de brazo como jardineros. La ofensiva de Mondesí comenzó a desarrollarse en el 1995, su primera campaña completa donde conectó con 26 jonrones, impulsando 88 carreras, y robándose 27 bases. De manera impresionante, desde el 1995 hasta el 2002 Mondesí conectó con mínimo de 20 jonrones mientras que durante este periodo también conectó con 30 jonrones o más en 3 temporadas. Sin embargo, él nunca terminó con más de 99  carreras impulsadas, pero llegó a jugar con varios equipos hasta el 2005. Mondesí fue el novato del año en la Liga Nacional (1994) y se llevó dos guantes de oro.

Pero no todo lo que es oro brilla y más las controversias de la vida de Raúl Mondesí. Mondesí tuvo varios problemas con la organización de los Yanquis de Nueva York. Supuestamente, llegaba tarde a las prácticas y también tuvo varios desacuerdos con la organización. Fuera de la pelota, Mondesí decidió entrar a la política como han hecho muchos músicos y peloteros. Pero en el caso de Mondesí el año pasado fue sentenciado en la República Dominicana por mal manejo y fue acusado de robar fondos públicos cuando era alcalde de la provincia de San Cristóbal. Mondesí fue multado por fraude que supuestamente sumaba 6 millones desde el 2010 al 2016. ¡Ay! ¿en donde vamos a parar?

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