Su muerte debe traer clausura a las víctimas y familiares
Por Nelson Santana
3 de mayo del 2011
La noche del domingo, 1 de mayo trajo un nivel de clausura a las víctimas de los atroces ataques terroristas del 11 de septiembre. En una histórica conferencia de prensa el Presidente Barack Obama anunció que Osama bin Laden había sido asesinado en Pakistán por un equipo de élite de la Marina estadounidense – Navy Seals (Naval Special Warfare Development Group).
La noticia sobre la muerte de bin Laden se difundió a través de redes como Facebook y Twitter y se propagó en todo el país con los organismos de radiodifusión, los atletas y artistas quienes tomaron tiempo para reconocer la muerte del terrorista. El recién coronado campeón de World Wrestling Entertainment, John Cena, fue una de las figuras públicas que tomó tiempo para comentar sobre la muerte de bin Laden al dar un discurso sobre el orgullo americano y declarando, “El Presidente acaba de anunciar que hemos capturado y comprometido a un cese permanente de Osama bin Laden”.
Según el corresponsal de CBS David Martin los EE.UU. había estado siguiendo los pases de uno de los mensajeros de bin Laden desde agosto del año pasado. Tras meses investigando al mensajero y otras personas que entraban al recinto donde se rumoreaba que estaba escondido bin Laden, el equipo Navy SEAL Team Six fue enviado a capturar y / o matar al terrorista.
Aseguramiento de la muerte de bin Laden llegó a través de un mensaje cifrado que decía: "Gerónimo-E KIA". Según fuentes, bin Laden fue baleado dos veces, primero en la cabeza e inmediatamente después en el pecho.
El presidente Obama declaró: "Como comandante en jefe, yo no podría estar más orgulloso de nuestros hombres y mujeres en uniforme. Eso es verdad ahora en las guerras de hoy, y ha sido verdad en todas nuestras guerras y es por eso que estamos aquí hoy".
Bin Laden utilizó la religión para justificar sus acciones, y en el proceso presentó una imagen perversa de Islam. Sin embargo, ya bin Laden no podrá pervertir a Islam ni mucho menos envenenar las mentes de otras personas.
El cuerpo fue lavado y envuelto en una sábana blanca, de acuerdo con la tradición musulmana, y enterrado en el mar Arábigo menos de 24 horas después de su muerte.
Bin Laden orquestó una de las masacres más horribles de la historia, y tal vez el más cruel del siglo XXI. Se enorgullecía de sus malas acciones, e incluso ofreció una recompensa por la cabeza de cada soldado estadounidense y sus aliados. Por casi una década no vio juez ni ejecutor, ya que optó por esconderse de las autoridades. Sin embargo, el asesino finalmente pagó el precio de las atrocidades que ordenó hace nueve años.