Foto: cortesía de GoFundME
Por ESENDOM
25 de septiembre de 2025
Read in English: Tragedy in Pennsylvania: Dominican Family Murdered, Relatives Ask for Help to Repatriate Bodies
🔹 Geraldina Peguero-Mancebo (30 años), su hijo de un año Jeyden Junior y su pareja Junior Cabrera-Colón (31) fueron asesinados en Reading, Pensilvania.
🔹 El cuerpo de Cabrera fue hallado primero, el 13 de septiembre; una semana después aparecieron Geraldina y su bebé en un pantano.
🔹 Las autoridades arrestaron a José Luis Rodríguez (61), quien confesó haber matado a Cabrera; investigan si también es responsable de los otros homicidios.
🔹 Tres niños quedaron huérfanos tras la tragedia; familiares apelan a la comunidad dominicana para lograr la repatriación de los cuerpos a la República Dominicana.
Cadena de muertes que conmueve a Reading
Lo que inició como un reporte de desaparición se transformó en una de las tragedias más devastadoras para la colectividad dominicana en Pensilvania. Geraldina Peguero-Mancebo y su bebé de un año fueron hallados sin vida en un humedal, varios días después de que las autoridades descubrieran el asesinato de Junior Cabrera-Colón, compañero sentimental de Geraldina y progenitor del menor.
Según los informes, el 13 de septiembre Cabrera fue localizado con una herida de bala en la cabeza en una zona forestal cercana a River Road, en Reading. Desde esa misma fecha, Geraldina y el pequeño Jeyden fueron dados por desaparecidos. El descubrimiento de sus restos, seis días más tarde, confirmó lo que se temía: también habían sido víctimas de homicidio.
Presunto responsable detenido
El caso dio un vuelco el 18 de septiembre, cuando la policía estatal capturó a José Luis Rodríguez, de 61 años, vecino de Reading. Conforme a las autoridades, Rodríguez admitió haber dado muerte a Cabrera-Colón y haber dejado su cadáver en el lugar donde fue encontrado.
La pesquisa ahora procura establecer si Rodríguez estuvo involucrado directamente en el fallecimiento de Geraldina y su hijo. Entretanto, la comunidad del área y la diáspora dominicana manifiestan indignación y dolor por los hechos.
Una familia destruida
La tragedia deja a tres menores en condición de orfandad. Los parientes de las víctimas han pedido asistencia inmediata para sufragar los costos de repatriación de los restos hacia República Dominicana, donde desean sepultarlos.
La comunidad dominicana en Reading y en diversas urbes estadounidenses ha empezado a coordinar recaudaciones y campañas de solidaridad para los niños que sobreviven y para facilitar el traslado de los cuerpos a su nación de origen.
Contexto dominicano
El suceso ha causado gran impacto en República Dominicana, donde tragedias comparables han evidenciado la fragilidad de las familias emigrantes. Esta circunstancia evoca la doble carga que afrontan numerosos dominicanos en el extranjero: procurar mejores oportunidades mientras quedan expuestos a entornos de violencia y desamparo.
Para los parientes de Geraldina, Junior y el pequeño Jeyden, el sufrimiento se combina con la necesidad apremiante de conseguir recursos económicos y diplomáticos. La Cancillería dominicana todavía no ha reportado sobre gestiones oficiales de asistencia, pero la diáspora insiste en que el Estado debe acompañar a estas familias en momentos tan dolorosos.