Por ESENDOM
9 de abril de 2018
Chile, Argentina y el Uruguay son algunos de los destinos migratorios que reciben día a día a grandes segmentos poblacionales de diferentes puntos de la América Latina y el Caribe.
Desde hace un tiempo, una ola migratoria desde la República Dominicana hacia el Sur está tomando fuerza. Salen de la isla a buscar mejores oportunidades ante la creciente taza de desempleo. Salen ignorando la realidad que les espera. El año pasado, Esendom se hizo eco de las dificultades que afrontaban inmigrantes dominicanos en Uruguay.
En Chile, tierra Mapuche y territorio colonizado por los conquistadores europeos, los dominicanos están contribuyendo a ese nuevo chile que se nutre de otras culturas donde existen fuertes remanentes africanos e indígenas o pueblos originarios desde la República Dominicana, Colombia, Haití, Perú y Bolivia.
Un video de Chilevisión titulado «Dominicanos en Chile: Este es el Caribe de Colina» y publicado en YouTube en el mes de abril del 2017 retrata la realidad que viven inmigrantes dominicanos en la ciudad de Colina ubicada en la provincia de Chabuco donde han erejido una pequeña comunidad con el apoyo de vecinos chilenos.
En Chile, como en muchos otros lugares donde hay escasez habitacional, los sectores populares ejecutan tomas colectivas de terrenos y construyen casas. El narrador del video explica que un grupo de inmigrantes dominicanos vieron como un grupo de chilenos ocupaban los terrenos y eso los empujó a hacer lo mismo y «así ahorraron costosos arriendos».
En el «Barrio de los dominicanos» como es conocido, la precariedad (falta de agua potable, luz y otros servicios básicos) está presente en las vidas de estos inmigrantes al igual que la música caribeña y las costumbres que alegran el diario vivir al que se niegan a sucumbir.
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