Por Emmanuel Espinal
23 de enero de 2018
Un año después de la histórica Marcha de la Mujer donde millones de personas participaron como respuesta a la inauguración del presidente Donald Trump, este pasado fin de semana mujeres, niñas, hombres, niños, organizaciones y otras entidades se unieron para participar en una segunda marcha. Al igual que el año pasado, la marcha de este año fue una protesta más contundente contra el presidente, cuyo comportamiento, ideas, y políticas no concuerdan con la mayoría de la población del país norteamericano.
Hartos y cansados, en Nueva York, un grupo diverso de neoyorquinos y aliados de otros estados y países marcharon en unidad denunciando las políticas represivas y racistas de la administración y partidarios de Trump. Columbus Circle estuvo particularmente superpoblado debido a su proximidad a Trump International Hotel & Tower. La marcha comenzó en la calle 72 y Central Park y continuó hacia la sexta avenidad «Avenida de las Américas» y la calle 43.
También, las mujeres y sus aliado concientizaron a despertar la consciencia sobre el abuso físico y mental contra el género. A finales del año pasado, el movimiento #MeToo tomó auge después de una serie de alegaciones de asalto sexual que salieron a la luz.
De acuerdo con un funcionario de la ciudad de Nueva York, se estima que por lo menos 200.000 personas participaron en la marcha en Nueva York.
En la Gran Manzana, la trayectoria se presentaba como una odisea para los manifestantes. Al salir de la estación de tren en Columbus Circle, los manifestantes se encontraron con un mar de manifestantes que habían llegado antes. Afortunadamente todos entendían que estaba allí por una causa mayor, ya que no se reportaron disturbios. Como notó la activista Helena Ruiz, «Asombroso. Hay una marcha solamente para llegar a la marcha actual».
La creatividad en Nueva York abunda. Entre las pancartas presentes estaban «Men of Quality do not fear Equality» (hombres de calidad no le temen a la igualdad), «Heroine Hype Team» (equipo de promoción heroína), «I Love Nasty Women» (Amo las mujeres repugnante), «Nasty Women Getting It Done» (mujeres repugnante logran hacerlo) y «Arrest Trump for Treason» (arresten a Trump por traición). El dicho más popular fue «Hey, hey, ho, ho, Donald Trump has got to go» (hey, hey, ho, ho, Donald Trump tiene que irse). Mujeres Trabajadoras por la Paz también participaron al gritar «No más violencia contra las mujeres».
Muchas celebridades y figuras públicas participaron en marchas a través del país, incluyendo la actriz Eva Longoria y la actriz afro-latina Lupita Nyong’o en la ciudad de Los Ángeles, la actriz Rosie Pérez, y la actriz/comediante Whoopi Goldberg en Nueva York. En el mitin de Washington D.C., la senadora Gillibrand dijo, «Son las mujeres quienes están manteniendo nuestra democracia intacta en estos tiempos que peligra. Para cambiar el sistema, necesitamos cambiar los jugadores y tener a las mujeres en la mesa». Rosie Pérez proclamó, «este es nuestro momento» y dio gracias a las mujeres que tuvieron la valentía de denunciar a Harvey Weinstein pidiendo que se hiciera lo mismo contra el presidente.
La marcha fue todo un éxito ya que individuos de diferentes comunidades se reunieron en solidaridad. Como dijo Whoopi Goldberg, «me encanta que no puedo ver el final de la multitud» al mirar hacia el horizonte desde el podio.