Por Daniel Infante
17 de diciembre de 2018
En las últimas décadas, la escena de música jazz en la República Dominicana ha dado un gran salto al incorporar ritmos afro-dominicanos, creando un sonido autóctono y singular. El trabajo de Jonatan Piña Duluc (1976) se enmarca en ese esfuerzo por crear desde dentro usando la paleta pictórica de la música jazz y la experimentación. Galardonado con el Premio Nacional de Música seis veces y en tres categorías distintas, Jonatan Piña Duluc acaba de lanzar Substancia, su nueva entrega musical, la cual realiza como solista y multiintrumentista. Daniel Infante entrevistó a Jonatan Piña Duluc acerca de Substancia, la escena de jazz en RD así como su visión artística y sus gustos musicales.
Tus álbumes, especialmente a partir de Substancia, ya no son el «jazz fusión» que acostumbramos a escuchar en la isla; la ruptura con la forma tradicional de producir fusión enfocada especialmente con lo afro o lo folklórico es perceptible desde Drip/Culebra ¿Hacia dónde se orienta esta ruptura?
Aunque no es nada nuevo, hay un movimiento de Jazz afro-dominicano tomando fuerza desde hace unos años con artistas jóvenes. En mi caso tiene que ver con los músicos de Santiago con quienes he aprendido a tocar en los últimos diez a quince años, gente como Fellé Vega, Cukín Curiel, Rafelito Mirabal, entre otros. Gente que siempre toca utilizando ritmos autóctonos mezclándolos con cualquier otra cosa de forma muy natural. Con respecto a mis últimos dos discos, se trata de ver el jazz avant-garde desde esa perspectiva y de una forma muy personal, mezclando las ideas a gusto sin restricciones estilísticas y utilizando la música como recurso para describir sensaciones abstractas (o concretas, según como se vea). O sea que no encuentro mucha ruptura en cuanto al estilo sino una bifurcación hacia lo personal e interno de parte mía desde el contexto afro-dominicano. Si todo sale como lo he planeado, que nunca es así 100%, este proceso va hacia la creación de un estilo musical muy personal que se podrá ubicar entre lo progresivo, lo avant-garde y lo fusión desde una perspectiva local pero que tendrá más enfoque en la orquestación y lo composicional que lo que hasta ahora he sacado.
¿Qué separa a Drip/Culebra de Substancia? ¿Cuál fue la evolución más importante entre estos dos álbumes?
Substancia fue compuesto primero. De las sesiones de grabación de Substancia, haciendo improvisaciones libres, fue saliendo Drip/Culebra. Entonces decidí terminar Drip/Culebra y sacarlo primero porque era un disco más diminuto y con menos ambición y porque me parecía mala idea empezar en grande y luego disminuir para el segundo disco. Además el proyecto de hacer una suite de miniaturas como Drip/Culebra se me hizo irresistible e impostergable. La diferencia es ésa, Drip/Culebra es más íntimo y reducido en instrumentación y sonoridad. Y mientras Substancia explora más a lo largo cada idea, Drip/Culebra es más escueto, conciso y con menos desarrollo de los temas.
Se evidencia un trabajo que explora las posibilidades expresivas sobre el fragmento, la parte o el gesto breve como construcción de una sonoridad que se expande ¿Trabajas con mecanismo de repetición y variación en este último álbum? ¿Podrías explicar en pocas líneas en qué consisten estas exploraciones?
Cuando empecé a planear hacer discos yo solo tocando todos los instrumentos éstos iban a ser trabajos totalmente compuestos con mucha orquestación escrita. Entonces, en el 2014, después de la nefasta chikungunya empecé a tener problemas para tocar normalmente, al parecer por una combinación del virus y una lesión cervical. Aunque ahora lo he superado bastante adaptando mis técnicas a las posibilidades que aún me deja mi condición, en aquel momento hubiera sido imposible para mí grabar toda esa música específica que estaba escribiendo. Así que decidí usar otro método yendo de lo particular a lo general, desarrollando las ideas poco a poco a través de la improvisación. Y así surgió Substancia de la necesidad de adaptarme a mi nueva situación combinada con la rabia y la frustración de no poder tocar propiamente. Las formas musicales se hicieron más continuas y abiertas y le fui dando más importancia a los motivos, a la elaboración motívica y a las variaciones constantes que a los temas tradicionales de x cantidad de compases con armonía pre-determinada. Fue un proceso muy liberador que me enseñó mucho sobre las limitaciones de la música tradicional y todas las alternativas que hay cuando uno se deja margen desde el principio del proceso para expresar ideas sin tener que enmarcarlas en estructuras pre-establecidas.
Cuando has construido un fragmento o un montaje de partes, ¿te dejas llevar con lo que aparece como contingencia de la improvisación o más bien lo adaptas a lo que deseas comunicar?
Eso depende de la pieza. Por lo general empiezo por el instrumento «guía» que es el que determina la estructura y contiene la mayoría de los cambios. Muchas veces éste es la melodía principal y se graba con gran libertad, siguiendo las pautas que van surgiendo en el momento. A medida que se van sumando instrumentos importantes, los que se van grabando de último quedan más atados a lo que ya se ha hecho y con muy poco margen para juego. Por lo general la idea es que el germen conceptual, musical y filosófico así como el plan formal de la pieza deben estar bien claros en las primeras cosas que se graban. Obvio, más de una vez he tenido que abrir un espacio, editar una transición o largar un momento para adaptarme a mejorías que del desarrollo de las ideas y la suma de capas sonoras van sugiriendo. La improvisación empieza atada al concepto pero musicalmente libre y a medida que se van añadiendo capas, estas son más esclavas de las anteriores, como una pirámide.
¿Qué proyectos musicales contemporáneos de origen dominicano, caribeño y latino-americano o de otras nacionalidades recomendarías?
Las cosas que he estado escuchando últimamente:
De RD, Isaac Hernández y su disco Raíz, algo de jazz afro-dominicano con un estilo bien definido.
De Argentina, Sales de Baño, de lo mejor de la vanguardia ecléctica entre el jazz fusión, la música contemporánea y el Rock-in-Opposition que he escuchado fuera de John Zorn...
De Etiopia/Francia, Ukandanz, mi grupo favorito de Rock-fusión de los últimos 10 años, en este mes (Diciembre 2018) sacan su tercer disco.
Háblanos un poco del pasado y el futuro del jazz en el territorio dominicano.
En el pasado el Jazz Dominicano se ha debatido entre lo afro-cubano y lo gringo; ya eso no es así. El Jazz dominicano, en los conciertos y las producciones discográficas anda encontrando su identidad en lo autóctono. El afro-dominicano en el jazz es paralelo a la música alternativa dominicana en el rock y pop. Se trata de hacer música de aquí sin afectaciones, con naturalidad y que no tenga que ser de discoteca, de bebedera o de amargue. Se trata de abrir un poco el campo de la sensibilidad dominicana a nuevas temáticas y formas de sentir, con convicción y fuerza, como hacía Luis Días. Tal vez es un augurio de que la clase media nuestra está lista para abandonar sus complejos y comparonerías del pasado. Y así lista para encontrar su voz y apoyar a los artistas que la puedan representar; es una encrucijada interesante.... Ahora que el merengue está saliendo de la radio, abriendo paso a la música urbana creo que es el momento de que el jazz y la música alternativa se adueñen de esos jaleos, tumbaos y todos esos maravillosos arreglos así como de toda esa gran herencia folklórica marginada para construir un estilo único en el Caribe y el mundo.
¿Cuáles serían tus próximas participaciones en vivo? ¿Qué otros proyectos tienes en proceso?
Últimamente he estado tocando el saxofón para la gran Xiomara Fortuna espero que haya un poco más de eso en los próximos meses. Aparte de las «picadas navideñas» ahora mismo estoy trabajando como productor, entre otros, en un proyecto de violín en merengue muy interesante de alguien excepcional que espero que salga el año que viene. Ya estoy en planeación de mis próximos discos, incluyendo el que viene después de Substancia que por ahora se llama DRAGG y también uno compilatorio de música que he escrito para cortometrajes. Espero sacarlos en el 2019. Y también en este año que entra espero reactivar con fuerza mi cuarteto de jazz Proyecto Piña Duluc con miras a grabar nuestro segundo álbum.
¿De qué manera podemos obtener tus producciones en físico o en digital?
La música de todos mis proyectos y colaboraciones aparece en mi web:
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