Escrito por: Hamlet Hermann
12 de diciembre, 2010
El forzado destierro del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó en Europa entre enero 1966 y octubre 1967 es una etapa casi desconocida de su vida. Muy poco se ha escrito al respecto y, lo que se conoce, podría estar desfigurado por la distorsión de recuerdos luego de casi medio siglo de ocurridos los hechos.
La idea original de investigar este período fue de Fred Halliday, un irlandés, profesor emérito de la escuela de economía de Londres. La inesperada muerte de Fred me ha obligado a asumir, sin demora, esta tarea.
He descubierto que muchos dominicanos tienen un pedacito de aquel período histórico y lo que falta es el catalizador que permita esos datos sean reunidos y analizados. El afán por esclarecer ese período es para que muchos encuentren una explicación objetiva de por qué Caamaño decidió buscar en Cuba la forma de regresar a República Dominicana a continuar la lucha que iniciara en 1965. He tenido suerte de encontrar colaboraciones importantes como la recuperación del intercambio de cartas de Caamaño con Jottin Cury, Juan Bosch y Fidelio Despradel, entre otros.
Centenares, son miles, de personas se comunicaron entonces con el héroe dominicano, ya personalmente o por correo. Deben existir en polvorientas gavetas, cientos de notas escritas con impresiones personales sobre Caamaño que nunca se han publicado. Por ejemplo, un extraordinario amigo me llevó a encontrar una carta, desde Londres, del padre Juan Montalvo. Cuenta el entonces seminarista su sorpresa al descubrir en Caamaño a un ferviente cristiano. Un hallazgo semejante lo vivió el Nuncio Apostólico Enmanuelle Clarizio, quien amenazó con excomulgarlo. También encontré las impresiones del mayor general Indar Jit Rikhye, observador militar de la ONU, quien cuenta su agradecimiento a Caamaño por haberle salvado la vida en la zona constitucionalista.
Los documentos desclasificados de la Inteligencia militar del Reino Unido y de Estados Unidos reflejan el interés por seducir a Caamaño para neutralizar su lucha contra el despótico gobierno de Balaguer. Trataban de desvirtuar sus ideas ofreciendo bienes materiales al tiempo que lo espiaban ocultando micrófonos en su apartamento de Palace Gate 8. Estos papeles estadounidenses y británicos reflejan la firmeza de las convicciones del héroe dominicano quien rechazaba cuanta propuesta le hacían para desviarlo de sus propósitos patrióticos. Caamaño fue capaz de soportar enormes tentaciones. No obstante, fue tan galante con sus enemigos que, según cuenta el diario de Víctor Cabral Amiama, aceptó celebrar un juego de softbol en Hyde Park entre funcionarios de la embajada estadounidense y los constitucionalistas dominicanos en Londres.
Esta investigación pretende analizar la transformación política de un personaje mítico que conmovió al mundo luchando contra el poderoso imperio estadounidense. El Héroe de Abril fue excluido de los medios de comunicación dominicanos merced a una campaña balaguerista para que su nombre nunca fuera mencionado. Sólo encontraba espacio ocasional en El Nacional de ¡Ahora! Caamaño fue víctima del método trujillista de intercepción de cartas y llamadas telefónicas para aislarlo de sus seguidores. Fue combatido por el imperio y por la derecha recalcitrante mientras era menospreciado por los celos de algunos líderes políticos dominicanos, así como por la izquierda oportunista que lo subestimaba. El líder constitucionalista tendría que enfrentar en completa soledad las deserciones graduales y persistentes de muchos que lo acompañaron en 1965.
La fraudulenta victoria de Balaguer en las elecciones de 1966, el retorno de los trujillistas al poder de la nación, el permanente terrorismo de Estado, el atentado contra las vidas de Antonio Imbert y Casimiro Castro, así como la negativa persistente de Balaguer a permitirle el retorno formal al país, provocaron en Caamaño diversas crisis que la dureza del exilio amamantaba y fortalecía.
Para armar este rompecabezas, hemos hecho contactos en varios países de Europa en busca de las piezas que nos faltan. Para esto, también creamos una dirección electrónica a la cual invitamos a que se envíe cualquier documento o experiencia relacionada con el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó durante ese período. La dirección es caamanoenlondres@gmail.com (escribiendo el Caamaño con N, no con la Ñ que el Gmail no acepta).
Y quizás, entre todos, podríamos comprender cómo aquella crisálida se convirtió en alada mariposa de esperanza para los dominicanos, hasta morir de cara al sol, en escasa compañía.