DIARIO DE UNA TESIS EN PROCESO, MOTIVO UNO
Por Daniel Infante
24 de septiembre de 2018
Veo una especie de fardo blanco que asoma su volumen por aquella avenida.
Mucho se parece a una persona, y siendo una persona,
no se puede dudar de su identidad.
Solo mi hombre tiene una fachada semejante.
Over, Ramón Marreo Aristy. Pag. 24
Ella es mi delirio
mi delirio son los montes
mi delirio no es de aquí
mi delirio está en el campo
mi delirio es coger jaivas
a las tres de la mañana
mi delirio es un arroyo
mi delirio son las flores
mi delirio es de muy lejos
mi delirio son los ríos
Mi delirio, Luis Terror Días
Son tres cordilleras, profundas y con altura deslumbrante las que definen en cierta medida los modos de habitar en la isla. Dejar atrás el valle, atravesar los bosques, meterme en sus ríos, subir a la cima y descender a la ciudad entre montañas, es una de las experiencias fenomenológicas más fascinante de mi infancia. Recuerdo de niño caminar descalzo en las orillas del río más extenso de la isla, el Yaque del Norte. Con mis curiosas manos debajo del agua como quien busca un tesoro empuñé un pequeño grupo de rocas brillantes y descubrí en ellas la infinidad de formas, colores, texturas y huellas que va dejando la fuerza de las aguas sobre la superficie a medida que las arrastra a su paso.
Cuqui Batista (Santiago de los Caballeros, 1925) nos acompañó innumerable veces a estas salidas familiares hacia los territorios cretácicos y aprovechaba en ellas ingeniarse una serie de sencillos juego de observación e imaginación, tal vez por su oficio de dibujante, que nos despertó una enorme curiosidad por desarrollar capacidades de interpretar y transformar la realidad.
Pasó más de un mes desde que llamé a Cuqui, para anunciarle mi interés en desarrollar un proyecto de investigación sobre el estudio, exposición y reconstrucción gráfica de su obra completa. Hacer el esfuerzo por redefinir los acotados valores genéricos que se le atribuyen hasta el día de hoy a su arquitectura. Le propuse titularla inicialmente «La estela del dibujante, re-interpretación y crítica a la inserción del movimiento moderno en el Caribe» después de algunas observaciones importantes, aceptó con entusiasmo el planteo y no dejó de hacer sus tan valiosas recomendaciones de libros sobre literatura, filosofía y arquitectura. El último título que alcancé a escribir en mi libreta fue «Diccionario de Filosofía» de Mario Bunge. Cuando salí de aquella cabina me atrapó una ligera brisa que resonaba con el inconfundible brillo de Bird. Me parece que era Cosmic Rays. Tan punzante Parker con su robusto sonido, siempre tan profundo en su fraseo. Se me escapó una sonrisa y no sé porqué, pensé en el café de las cordilleras, en los lunes de jazz y en la Casa de Cuqui como si fuera una enorme piedra de granito blanco apoyada sobre la tierra, con una identidad tan sólida, tan honesta como el sonido de Bird. Bajé la mirada y seguí sobre mis pasos observando la increíble diversidad de adoquines en la ciudad de Buenos Aires.
La primera aproximación metodológica que consensuamos para delimitar la investigación, no fue novedad alguna. Pasó a ser la de formular una serie de preguntas que tocaran inicialmente generalidades para construir un nuevo dialogo posible. También le dediqué tiempo a la interpretación de imágenes, fotografías, dibujos y textos que he venido coleccionando en estos últimos años con el interés de producir nuevos gráficos que develen la forma en cómo se materializa la estructura arquitectónica en la obra de Cuqui Batista. Su búsqueda parece denotar un esfuerzo por construir un lenguaje expresivo propio del lugar donde se inserta su arquitectura, así como una crítica hacia modos tradicionales de reproducción y repetición tipológica en el país. Sus edificios forman parte de la historia, cultura y vida citadina en la media isla, y en varios casos han marcado y definido su crecimiento mismo.
Redacté un cuestionario compuesto de treinta preguntas, la primera decena fueron sobre arquitectura universal y los grandes maestros del siglo XX, las siguientes fueron sobre la arquitectura caribeña y las diez últimas se enfocaba sobre su obra construida por todo el territorio nacional. A la espera de respuestas estuve trabajando en unos despieces como estrategia de redibujo en tres dimensiones de sus obras y en la construcción de fragmentos en maquetas de estudio que permitan una aproximación rigurosa al significativo aporte de una arquitectura que se concibe como forma de proyectar un futuro mejor en la pequeña nación caribeña. Estamos a la espera…
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