Por Nelson Santana
10 de julio de 2018
La periodista y autora puertorriqueña María Celeste Arrarás ha causado nuevo revuelto al ofender al pueblo dominicano. Sin embargo, las palabras ofensivas no vinieron por vía de su programa sensacionalista Al rojo vivo con María Celeste, sino por vía de su cuenta personal de Instagram. María Celeste colgó una foto de su hija, Lara, quien como participante de los programas humanitarios de la organización Blue Missions, «partió hacia República Dominicana en una misión humanitaria para construir letrinas en zonas rurales», según escribió la periodista.
En vez de disculparse ante el pueblo dominicano o al menos admitir error de su parte, María Celeste le echó aún más leña al fuego tras continuar sus ataques ante los dominicanos, quienes se han sentido molestos por sus palabras. Nuevamente, por vía de Instagram, María Celeste escribió, «Desafortunadamente hay algunos dominicanos que desconocen la gran necesidad que existe en sus campos y cuestionan que yo use la palabra «letrina». Pues con todo el cariño y respeto del mundo le aclaro a esos que piensan que la palabra es inadecuada que SI son letrinas, no baños».
La realidad es que María Celeste es la equivocada al desconocer las necesidades del pueblo dominicano, además de que se puso a la defensiva al sermonear a la gente. Si algo detesta la gente es que le sermoneen. María Celeste no mostró humildad. Los ricos creen que saben cuáles son las necesidades de la gente, cuando en realidad pocas veces entienden las necesidades del pueblo. Si la intención era llevar a cabo una obra de humanidad, pudiera haberlo dicho. Lamentablemente, María Celete no mostró discreción acerca de algo que puede ser humillante para un país y su población.
Es cierto que en la República Dominicana existen letrinas, especialmente en las zonas rurales. De la misma manera, también en países como los Estados Unidos existen letrinas o «outhouses» / «latrines», como se les dice en inglés.
Se supone que María Celeste es toda una profesional. Sin embargo, en este caso, no lo ha sido, lo que es evidente en cuanto los numerosos comentarios que ha dirigido ante las personas que la han cuestionado. En realidad, el problema o error de su parte tiene más que ver con la forma en que se expresó. Muchos dominicanos interpretaron las palabras de la periodista como arrogancia, algo que María Celeste no desea entender. Muchos opinan que la periodista pudo haber hecho un buen post sin tener que utilizar la palabra, la cual para muchos, retrata a la República Dominicana como un país atrasado y el pueblo dominicano como salvaje, indicación que a la periodista le faltó tacto y sensibilidad.
La existencia de letrinas también refleja la triste realidad dominicana donde los políticos se embolsillan el erario público a costa del bienestar de la gente. Como dice un refrán dominicano: «No se puede tapar el sol con un dedo».
Muchas personas pudientes de los países desarrollados cree que pueden ir y resolver los problemas de los países menos desarrollados cuando al final de cuentas, a veces su presencia no ayuda. Ningún país le gusta pedir dadivas o que lo vean con pena. María Celeste no entiende la idiosincrasia del dominicano. Si ella quiere ayudar, se podría comprometer a usar su programa a ser una voz de protesta ante los abusos de los políticos corruptos que afectan el diario vivir de miles de personas en la República Dominicana.
La verdad es que el tema está al rojo vivo.