Por ESENDOM
6 de noviembre de 2017
No son guerrilleros ni mucho menos conspiradores que esconden sus rostros en la lucha clandestina en contra de un régimen dictatorial como el franquismo.
Se trata esta vez de dos figuras públicas: Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, mejor conocidos como los Jordis, líderes del movimiento independentista catalán que, desde el 16 de octubre, han perdido la libertad por hacer campaña a favor de una ruptura política con el Estado español y la monarquía.
Jordi Sánchez y Jordi Cuixart lideran las organizaciones Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Cultural respectivamente.
El delito mayor de los Jordis: movilizar a la ciudadanía catalana a favor del referéndum del 1 de octubre donde los votantes decidirían por la unión con el Estado español o la independencia y formación de una república.
El presidente de España, el conservador Mariano Rajoy, se opuso al referéndum en Cataluña por considéralo ilegal. En su insistencia por detener el referéndum a como dé lugar, Rajoy envío la Guardia Civil desatando una brutal represión que dejo a más de 400 personas heridas. A pesar de la represión, el referéndum se llevó a cabo, dando como triunfador al voto pro-independentista.
En un manifiesto de la ANC se destaca que el encarcelamiento de los Jordis «ha puesto al descubierto unos déficits democráticos que se arrastran desde el franquismo, con un poder judicial que nunca ha sido independiente de los poderes políticos». Sin duda alguna, a más de 40 años de la caída del dictador Franco, este otoño se re-edita en España la represión institucional con más fuerza que nunca.
Una campaña internacional para liberar a los Jordis se ha puesto en marcha. Mientras tanto, grandes manifestaciones se están llevando a cabo en Cataluña.