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Cultura y conciencia

La delincuencia en la República Dominicana

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La delincuencia en la República Dominicana: Sentencias sin sentido y la corrupción general

Por Nelson Santana
26 de abril, 2010

Santo Domingo -- Se supone que cada país en el mundo tiene sus leyes las cuales son útiles para mantener el orden en la sociedad. Sin embargo, hay algunas personas que piensan que en República Dominicana no existe ‘la ley’. Lamentablemente, este es un modo de pensar cual está tomando popularidad entre ciudadanos dominicanos y hasta extranjeros dentro y fuera del país. Aunque la moral del pueblo esté por el suelo, el pueblo no debe olvidarse que dentro del gobierno que les representan si hay personas con corazones puros que llevan consigo el bienestar del país.

SENTENCIAS SIN SENTIDO

Los delincuentes nunca van aprender su lección si los jueces les dictan sentencias de novatos. En los últimos años el sistema judicial ha fallado con dictar sentencias justas para individuos que han cometidos graves delitos, y de la misma forma se han dado situaciones en las cuales jueces han dictado numerosos años de sentencias a personas por tonterías. Parece ser que existe una falta de comunicación entre los jueces quienes ejercen la ley en el territorio dominicano y esto es evidente en las sentencias dictadas. Han habido casos cuando la gravedad de una sentencia ha sido acelerada simplemente por la estatura de la clase social de la víctima.

    Apenas un mes de prisión para adolescentes que formaron parte de una banda de asesinos denominados los mata taxistas. En este caso es evidente la falta de justicia y el Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes de la provincia de Santo Domingo se equivocó. Los tres adolescentes fueron acusados de asesinar a siete taxistas. Otros dos jóvenes quienes participaron en los asesinatos, 18 y 20 años de edad respectivamente, fueron enviados a la cárcel de Najayo por apenas un año.

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    10 años de prisión para joven que le robó el celular a una jueza. Este caso muestra que el sistema judicial de la República Dominicana necesita ser revisada. La nueva costumbre entre los jueces es dictar tres meses a un año de prisión para asesinos. Sin embargo, este ladrón fue encarcelado por robarle el celular a una persona de poder. Mensaje del caso: el celular de un juez vale más que la vida de una persona.

    Tres meses de prisión para empresarios artísticos involucrados en caso de Figueroa Agosto. José Figueroa Agosto es el fugitivo más buscado de República Dominicana por tráfico de drogas y por ser el autor principal de varios asesinatos. Para muchos tres meses de prisión es poco tiempo para personas involucradas con Figueroa Agosto.

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    El Primer Tribunal Colegiado de la Provincia de Santo Domingo pegó una al condenar a 30 años de prisión a dos hombres por la muerte de Rayner Mendez Pérez. Pero falta un detalle. El señor Pérez no fue un simple ciudadano, sino que era también un raso de la Policía Nacional. En este caso, los jueces tomaron la iniciativa de castigar justamente a los asesinos, sin embargo la ley debe de tomar en cuenta a todos y darles el mismo trato y respeto a todos sus ciudadanos.

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CORRUPCIÓN POLÍTICA Y LA POLICÍA NACIONAL

 

La corrupción ronda las esquinas de todas sociedades. Desde los gobiernos más potentes hasta esos considerados gobiernitos chipi chapi, la corrupción siempre encuentra colarse de una forma u otra. Entonces no es ningún secreto que en el gobierno dominicano existe un deterioro con relación a la moralidad.

No todos los políticos y miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional son corruptos. Dominicana tiene muchos luchadores que no se han dejado llevar de la fabulosa vida fácil. No solamente eso, sino que también hoy más que nunca el gobierno de hoy le está dando duro a la corrupción que ha penetrado los huecos gubernamentales.

    En el 2008 el diputado Julio Romero procreó un hijo con una joven menor de edad. Luego que su partido político le prohibe se postule como candidato, su esposa se postula en su lugar. Hasta el momento, el señor Romero no ha sido procesado por la justicia.

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    El 17 de agosto, 2009 miembros de la seguridad del Estado apresaron a Melvin Figuerero Sánchez, un agente de la Dirección Nacional de Control de Drogas. Según el reporte, el agente fue acusado de robar computadoras portátiles, prendas, celulares y otras pertenencias de los equipajes de personas que viajaban por el Aeropuerto Internacional Las Américas en Santo Domingo.

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    La semana pasada 19 oficiales de la Dirección Nacional de Control de Drogas fueron expulsados porque no eran confiables para la misión de combatir el narcotráfico al no pasar la prueba del polígrafo o detector de mentiras. Antes de nada, hay expertos judiciales que debaten que el someter a una persona a un detector de mentiras no es forma concreta para determinar la verdad o la culpabilidad de tal individuo. Sin embargo, cuando coroneles y capitanes del gobierno son expulsados por razones de seguridad, más leña se le echa al fuego.

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    En marzo del 2010 el gobierno de Estados Unidos hizo público un documento donde se dice que ‘la corrupción de las fuerzas de seguridad es el gran mal que amenaza el respeto a los Derechos Humanos en la República Dominicana.’ Según el reporte, la corrupción de la Policía Nacional incluye asesinatos y casos de tortura.

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En un mundo ideal existiera la nirvana sin preocupación ninguna por la corrupción. Sin embargo, este no es un mundo perfecto. Por años políticos y miembros de las fuerzas de seguridad han abusado del poder. Al parecer ha llegado una nueva etapa en donde el gobierno ha decidido incrementar la moralidad tras intentar de ponerle fin a la corrupción. Va ser un proceso arduo y largo, pero donde vive la fe no deja de cesar la esperanza. La esperanza esperada es una batalla victoriosa liderada por el León.