Por Nelson Santana
19 de mayo, 2010
Waterbury -- La conferencia denominada ‘Dominicanos en los Estados Unidos: Memoria, cultura y geografía’, tomó lugar en la Universidad de Naugatuck Valley Community College desde el jueves, 13 de mayo hasta el viernes 14. Durante la conferencia los espectadores aprendieron bastante sobre los dominicanos en República Dominicana, pero aún aprendieron mucho más sobre los dominicanos de la diáspora. Se trataron temas los cuales jamás se habían mencionado, incluyendo la histórica presentación de Anthony Stevens-Acevedo, donde se reveló que el primer residente del estado de Nueva York fue el dominicano Juan Rodríguez.
Los paneles y la audiencia estuvo compuestapor algunos de los dominicanos más emprendedores que ha dado la República Dominicana incluyendo la inconfundible autora Rhina Espaillat; el historiador con más sagacidad y el más creíble, el Dr. Frank Moya Pons; y el Señor Luis Canela, uno de los empresarios dominicanos más benevolentes que ha aportado bastante con relación al bienestar de los dominicanos dentro y fuera de República Dominicana.
El día 13 de mayo dio inicio a una colección de mentes intelectuales de la diáspora dominicana residentes en Estados Unidos. Esta colección de genios fue posible por la inquietud de dominicanos que años atrás formaron la Asociación de Estudios Dominicanos, los organizadores de esta conferencia. Este colectivo grupo de líderes incluye a la Dra. Daisy Cocco DeFilippis, Presidenta de Naugatauck Valley Community College; Dra. Ramona Hernández, Directora del Instituto de Estudios Dominicanos; Dr. Silvio Torres-Saillant, Director del Programa de Estudios Latinos en la Universidad de Syracuse; Prof. Anthony Stevens Acevedo, Vice-director del Instituto de Estudios Dominicanos; Prof. Sarah Aponte, Jefa de la Biblioteca del Instituto de Estudios Dominicanos; Dr. Franklin Gutiérrez, Profesor de literatura en la Universidad Municipal de la Ciudad de Nueva York (CUNY); y la Sra. Ana García Reyes, Directora del Programa Estudios Internacionales en Hostos Community College.
Los miembros de la Asociación de Estudios Dominicanos son unos triunfadores quienes han luchado para el mejoramiento de los dominicanos. Todos han ganado batallas solitarias como la Dra. De Filippis y el Dr. Gutiérrez, quienes han rescatado parte de la literatura dominicana a través de sus publicaciones. Los miembros de la asociación también han tenidos triunfos colectivos ya que la gran mayoría forman parte del núcleo principal de fundadores que fundó el Instituto de Estudios Dominicanos, un instituto dividido en tres ramas – un centro de investigación dedicado totalmente a la diseminación de la diáspora dominicana en Estados Unidos; la única biblioteca pública fuera de República Dominicana dedicada a la historia de la República Dominicana y todos sus hijos, con más de 700 disertaciones, un sinnúmero de libros, miles de artículos, periódicos, revistas, fin a cabo una mina de oro para el pueblo dominicano; y el último componente del Instituto de Estudios Dominicanos es el Archivo Dominicano, el único archivo dedicado a la preservación de la historia de la diáspora dominicana que reside en Estados Unidos.
Al entrar al edificio de la universidad, la audiencia fue sorprendida por una serenata. Uno pensaba que la música que sonaba era un merengue. Sin embargo al acercarse al teatro Playbox Theater uno pudo notar que no era un merengue, sino la canción clásica de los Beach Boys ‘Kokomo’. De tal manera fueron recibidos los espectadores, poniéndole sazón tropical a la conferencia.
Hubo varios paneles durante la conferencia. Luego de la presentación musical, la cual fue conducida por Richard Gard, director del Departamento de Música en Naugatuck Valley Community College, las personas presentes fueron bienvenidas por la presidenta de la universidad, la Dra. Daisy Cocco De Filippis. De Filippis habló sobre la importancia de tal conferencia para los dominicanos en Estados Unidos.
Aparte de la Dra. De Filippis, Naugatuck Valley Community College tiene otras dos dominicanas en altos cargos. Estas dos prendas son Marianela Medrano-Marra, directora del departamento de consejería y la maestra Juleyka Lantigua-Williams.
Confluencia
El panel Confluencia inauguró la conferencia y constituyó de cuatro poetas quienes leyeron sus obras. Los poetas fueron Dió-genes Abreu, José M. De la Rosa, Bessy Reyna y Rhina Espaillat.
La diáspora dominicana
Una de las presentaciones más informativas fue la de la Dra. Ramona Hernández, quien reveló figuras importantes con relación a los dominicanos en Estados Unidos. Como ya es costumbre, Hernández informó a su público que 1.4 millones de dominicanos residen en Estados Unidos, y en la ciudad de Nueva York los dominicanos son el grupo inmigrante más grande. Según Hernández, los dominicanos ya no están solamente en el Alto Manhattan, sino que por razones económicas se están mudando a otros estados incluyendo Pensilvania, Florida, Rhode Island y Connecticut entre otros estados. Interesantemente, en la ciudad de Waterbury, donde se dio a cabo la conferencia, Hernández reveló que residen un 46 por ciento de los dominicanos que viven en el estado de Connecticut.
Presentación histórica
El profesor Anthony Stevens-Acevedo presentó un tema que dejó a la audiencia boba y con mucho de qué hablar. Quienes tenían detalles sobre la conferencia antemano sabían con anticipación que esta presentación era la que se iba a robar el ‘show’. No es un secreto que los primeros habitantes de la tierra denominada Estados Unidos no fueron los exploradores europeos, ya que habían habitantes. Sin embargo, hasta el momento no habían habidos muchas conversaciones sobre quien fue realmente el primer residente del estado de Nueva York. Por varias décadas se había comentado que el primer residente de Nueva York fue un individuo que nació en Santo Domingo, sin embargo a esta información nunca se le dio gran importancia hasta que el Instituto de Estudios Dominicanos puso su equipo de investigadores a trabajar. Como ha sido comprobado por el profesor Anthony Stevens Acevedo, en el año 1613 Juan Rodríguez se convirtió oficialmente en el primer inmigrante residente del Estado de Nueva York. Esta información es aún más interesante ya que la mayoría de los dominicanos que salen de República Dominicana a otro país llegan a Nueva York.
Navegando la tierra de Estados Unidos
El segundo panel fue compuesto por tres panelistas distintos: Sarah Aponte, Rhina Espaillat y Pepe Coronado; el moderador fue el historiador Dr. Edward Paulino. Prof. Aponte habló sobre su experiencia como bibliotecaria de la Biblioteca Dominicana del Instituto de Estudios Dominicanos. Aunque fue muy modesta durante su presentación, esta admirable persona es la fundadora y la persona quien creó con sus propias manos esta biblioteca – Dr. Frank Moya Pons y Dr. Silvio Torres-Saillant estuvieron presentes para asegurárselos al público. De sus partes, Rhina Espaillat habló sobre su experiencia y la importancia de manejar dos idiomas en Estados Unidos, y el artista plástico Pepe Coronado narró su experiencia como artista y a la vez difundó algunos de los pasos necesarios de cómo ser exitoso en ese campo.
Hubo varias actividades durante la conferencia para mantener a la audiencia entretenida. Aparte de los distintos paneles también hubo una venta de libros a cargo del Dr. Franklin Gutiérrez. Melissa, hija del Dr. Gutiérrez, hizo un fenómeno trabajo vendiendo libros escritos por o sobre dominicanos. Algunos de los libros a la venta fueron Rehearsing Absence por Rhina Espaillat, Otra Latitud por José Miguel de la Rosa, y 9 Iris y otros malditos cuentos por Kianny Antigua.
La comunidad dominicana en Estados Unidos sigue en aumento. Entonces no se puede dudar la importancia de la conferencia 'Dominicanos en los Estados Unidos: Memoria, cultura y geografía'. Inclusive, el alcalde de la ciudad de Waterbury, Michael J. Jarjura estuvo presente. Hasta el momento la diáspora dominicana va marchando por buen camino ya que tiene un sinnúmero de políticos en diferentes ramas del gobierno a nivel local, estatal y federal. Aparte de la fuerza política, la comunidad dominicana también ha mostrado poder empresarial y el poder consumidor no se puede dejar de mencionar. Sin embargo esta reunión de intelectuales en Waterbury sirvió de terapia inspiradora para los jóvenes futuros líderes de la diáspora dominicana en Estados Unidos.