Por A. Rodríguez
16 de marzo, 2010
Sendos espacios dedicó la prensa escrita en República Dominicana a la puesta en circulación de un libro de la supuesta autoría de Angelita Trujillo, hija menor del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Por varios días, los principales medios se rebosaron de artículos que en vez de analizar el contenido del libro de la Trujillo desde una óptica periodística, sirvieron la campaña publicitaria de una publicación cuyo contenidoestá siendo refutado por historiadores y testigos de la sangrienta dictadura trujillista (1930-1961). En el libro se plasman difamaciones y mentiras con el objetivo de exonerar Trujillo del asesinato de las Hermanas Mirabal y culpar a algunos de los conspiradores anti-trujillistas que pusieron fin a la vida del dictador. Además, Angelita Trujillo justifica el exterminio de los presos de guerra que eran parte de la guerrilla anti-trujillista del año 1959 bajo el argumento de que iban a implantar un régimen “comunista” en el país.
Listín Diario
El Listín Diario fue uno de los medios de comunicación que más espacio dedicó al libro. El Listín Diario es un diario conservador bajo la dirección de Miguel Franjul.
Los capítulos del libro fueron resumidos en una serie de entregas que aparecían como ráfagas de ametralladora en la edición digital gracias a las nuevas tecnologías, y al acceso brindado al director del periódico por Angelita Trujillo, quien reside en la ciudad de Miami del estado de la Florida en los Estados Unidos.
La morbosidad y el sensacionalismo jugaron un papel determinante en la sala de redacción del Listín. ¿Como se explica entonces que un medio de comunicación de masas sirva de vocero a herederos de Trujillo que se beneficiaron materialmente del régimendictatorial por medio de expropiaciones de tierras a campesinos, el crimen organizado, y el usufructo del erario publico? ¿Como se explica la publicidad a un libelo que sirve de mea culpa a la familia Trujillo para limpiar su nombre y la imagen de la dictadura? ¿Qué intereses tan poderosos llevaron al Listín a servir de bocina de los familiares de Trujillo implicados en crímenes de sangre?
Cabe señalar, que el Listín ya había transitado la ruta del periodismo amarillista con el caso Baldera, todo un fiasco sensacionalista montado por la policía para ganar prestigio ante la opinión pública nacional.
Pero no todo fue amarillo en el Listín: por suerte, aparecieron algunas columnas de opinión que mostraron repudio al libro de la Trujillo desde posiciones democráticas y liberales como fue el caso de Tony Raful, intelectual y dirigente político afiliado al Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Irónicamente, el PRD, organización política que jugó un papel determinante en la caída del dictador, no organizo protestas en contra de la familia Trujillo.
El Nacional de Ahora
El periódico El Nacional de Ahora, cuyo director es Gómez Pepín, demostró cautela y publicó varias crónicas que constataban el rechazo de la población al evento de puesta en circulación del libro, y a las acusaciones difamatorias propagadas porla familia Trujillo en el libro y en entrevistas a otros medios.
En un editorial fechado el 26 de febrero, el diario vespertino editorializó acerca de una protesta anti-trujillista que de hecho impidió la puesta en circulación del libro. En primera instancia, el editorialista hace constar su rechazo a los crímenes de la dictadura, y pero al mismo tiempo, se distancia del método de la protesta empleado por anti-trujillistas y familiares de las victimas argumentando de que “perseguir fantasmas mediante el uso de métodos comúnmente empleados porel tirano” es pernicioso para la democracia. En ese sentido, el periódico pretendía tomar una posición en defensa de la libre expresión sin diferenciar a las víctimas del trujillismo de la maquinaria de terror creada por Trujillo con asistencia de las tropas de ocupación norteamericana (1916-1924).
Lo que se deja entredicho es queprotestar en contra de los remanentes de la dictadura “es pernicioso para la democracia”, una lógica que no tiene ningún sentido ya que el método de la protesta no fue pernicioso en la lucha por las libertades democráticas. Cabe destacar, que el método de la protesta fue lo que abrió el espacio para la libertad de prensa en República Dominicana, proceso histórico que dio a la luz pioneros del periodismo como la desaparecida revista Ahora! y periódico El Nacional.
Clave Digital
Otros mediospresentaron una lectura crítica del libro. Un caso particular fue el portal de internet Clave Digital. La página de internet uso el mote burlón de “chapita” para referirse al dictador dominicano en una crónica de Lissete Rojas fechada el 25 de febrero. “Chapita” fue el apodo dado a Trujillo por opositores del régimen en Cuba y era una alusión a las medallas o “chapas” que solía vestir el tirano.
Al otro día, una nota editorial fustigo a Angelita Trujillo y aprovechó la ocasión para ofrecer un análisis del estado mental de la autora del libro. “La malicia de la señora Trujillo”, escribe el editorialista, “llega al extremo de querer imponer como verdad un versión sesgada, absurda, en la que se inculpa del crimen [de las Hermanas Mirabal] a los que precisamente ayudaron al país a salir de aquella oprobiosa dictadura. A ese desatino le llamamos cinismo histórico, para no ponerle un nombre menos decente.