Por L. Jiriano
Carlos Pimentel, Director de la Dirección General de Contrataciones Públicas (DGCP), renunció al botellón de agua que el presidente Luis Abinader le ofreció en el mes de octubre. Pimentel es un antiguo activista social que pasó de ser parte del movimiento Marcha Verde al tren administrativo.
Siguiendo los pasos de muchos sectores que abandonaron Marcha Verde atraídos por las mieles del poder, Pimentel pasó de la confrontación con el Estado y sus élites corruptas a la concertación con el Estado y la clase política conservadora y corrupta.
En nota de prensa Pimentel afirmó que al contrario de otros funcionarios se conforma con una sola botella. Una es suficiente para saciar su sed de poder. Admitió que después de cuatro años como funcionario del gobierno perremeista su sed y apetito han disminuido.
Hace unas semanas el presidente Abinader había designado a Pimentel director ejecutivo de la Dirección General de Alianzas Público-Privadas (DGAPP) pero tan pronto la noticia salió a la luz las críticas no se hicieron esperar.
Después de mucha presión mediática, Carlos Pimentel explicó su decisión de no aceptar el botellón:
“Esta decisión surge después de una profunda reflexión personal y profesional, convencido de que la medida adoptada procuraba vías y mecanismos para eficientizar el gasto público y aportar coherencia institucional.”
Mientras tanto, Pimentel seguirá con su botella en mano, silencioso y borrachito de poder.
A beber se ha dicho…