Por Cimarrona
La gira del presidente Danilo Medina a China llegó a su final con la detención del mandatario dominicano por violar las leyes chinas que prohíben cargar más de una botella en el equipaje o valija. Y para el colmo, llevaba 60 botellas podridas escondidas en diferentes compartimentos de su equipaje personal.
Medina del Partido de la Liberación Dominicana viajó y recorrió varias ciudades chinas en tren de alta velocidad. Mientras cherchaba con uno de los muchos tutumpotes que lo acompañaban, varios pasajeros notaron un olor raro, putrefacto que emanaba de las maletas o valijas del presidente caribeño. Tan pronto los guardias se percataron de la presencia del mal olor de botellas comesolas, se dirigieron a donde se encontraba la maleta del comesolo peledeísta señalado por el movimiento Marcha Verde como jefe y señor de la corrupción.
Lo que pasó fue de película: Danilo negó que sabía de la existencia de las botellas. Dijo que no tenía conocimiento de botellas podridas ni de nada nadita. Pero los chinos no se creyeron el cuento.
«A la chirola», dijeron los guardias chinos. Por suerte, Danilo encontró apoyo en su homólogo chino. Dos horas más tarde, el presidente chino, parte del engranaje de corrupción en China, dijo «Saquen a Danilo, el es de lo mío...».
Pero el susto que se llevó en China no fue chiquito. Ya Danilo ordenó al comité de ciencia y tecnología del PLD inventar un nuevo tipo de botella que pase desapercibida por los más rigurosos controles tecnológicos. Se llamará La Danilobotella: chiquita, calladita, ladroncita y riquita.
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