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Cultura y conciencia

«Identify, Identify» Entrevista a Thimo Pimentel

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Portada del libro de Thimo Pimentel.

Portada del libro de Thimo Pimentel.

Por Amaury Rodríguez
1 de junio de 2020

La historia moderna la cuenta las imágenes. El año es 1965, sábado 24 de abril en la República Dominicana donde una revolución democrática y popular está en marcha con el objetivo de reponer el orden constitucional luego del golpe de estado de septiembre de 1963 que derrocó el primer gobierno democrático encabezado por el escritor y político Juan Bosch después de 30 años de férrea dictadura trujillista. La revolución de abril, revolución constitucionalista y guerra patria, fue abortada cuatro días más tarde cuando las élites en Washington ordenan una invasión militar. De los hechos de abril en Santo Domingo existe un gran acervo gráfico. En esos meses de conflicto armado, ahí estuvo presente en primera fila el lente fotográfico de Thimo Pimentel, quien además de fotógrafo y artista plástico, ejerce como médico dermatólogo y a la vez, ha ejercido la labor académica en su calidad como profesor universitario de la Facultad de Ciencias de la Salud por más de 25 años en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). Su libro, Identify, Identify (Identifíquese, Identifíquese), recopilación de su trabajo fotográfico durante el conflicto armado del 1965, fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura versión historia en el 2016. Al cumplirse este año el 55 aniversario de la gesta de abril y la intervención militar yanqui, ESENDOM entrevistó a Thimo Pimentel acerca de los hechos de abril del ‘65 que conmovieron al pueblo dominicano y al mundo.  


¿Cómo se integra como reportero gráfico a la revista ¡Ahora!?

En 1964, a punto de graduarme de médico hicimos con unos amigos una excursión a Alto Bandera, tomé fotos hice un reportaje y lo presenté al Dr. Rafael Molina Morillo Director/Propietario de la Revista ¡Ahora!, lo publicaron y me pidió hacer otros trabajos similares.

Tengo una alta valoración de Don Rafael Molina Morillo, sobre todo por su incansable actitud de trabajo con seriedad, de trato franco y sincero, maestro, guía prudente, persona humilde de valores familiares y quien guio mis primeros pasos en el fotoperiodismo y me alentó a hacer lo que en ese momento no se hacía…un hombre = un fotógrafo y un reportero en una sola persona.

Ejemplo de arrojo en las luchas por un ejercicio responsable y ético del periodismo y de la libertad de expresión, siendo una de las personalidades más emblemáticas de la prensa nacional.

Director y fundador de periódicos y revistas, como la revista ¡Ahora!, icono y ejemplo de ese tipo de publicaciones para consagrar su misión a los nobles fines del bien común, para ganar el respeto y admiración de la sociedad.

Francotirador norteamericano en Santo Domingo. Foto cortesia de Thimo Pimentel.

El título de su libro Identify, identify encapsula el control militar impuesto por la ocupación norteamericana en Santo Domingo en términos políticos y hasta lingüísticos. Como fotógrafo en la zona de ocupación, ¿qué tipo de estrategias de evasión puso en marcha para desafiar el control de las calles, de la información y de la verdad?

A decir verdad, varias fueron las razones que me permitieron desplazarme con cierta libertad entre los tres bandos…primero mis credenciales de ¡AHORA!, me daban acceso libre a la zona rebelde, mis credenciales de TIME y LIFE, como freelance para esas publicaciones y el manejo del idioma, hacían más o menos fácil mi trabajo con las fuerzas invasoras, y con uno de los altos mandos militares tenia lazos familiares.

Me gustaría que comparta su parecer acerca de figuras claves y combatientes durante la revolución de abril y guerra patria.

Caamaño Deñó

Francisco Alberto Caamaño Deñó, coyuntural cabeza del Gobierno Constitucionalista, cuyo principal gestor fue el Coronel Rafael Tomas Fernández Domínguez caído en el asalto al Palacio, y alcanzado por
la espalda con una bala de un francotirador norteamericano, a los pocos días de regresar de Puerto Rico iniciada ya la contienda.

Carmen Josefina Lora Iglesias (Piky Lora)

Aguerrida combatiente de izquierda

Jacques Viau Renaud

Poeta dominico-haitiano, nacido en Haití

Montes Arache

Manuel Ramón Montes Arache, Coronel, Jefe de los Comando de los Hombres Ranas, unidad elite de la Marina de Guerra, eje militar de los constitucionalistas sin el cual la revuelta no hubiese durado más de 72 horas.

La integración de artistas y escritores a la lucha por la defensa de la soberanía fue un evento de suma importancia. ¿Cuál fue el aporte del Frente Cultural durante la revolución de abril y ocupación norteamericana y durante el periodo de post-guerra?

El Frente Cultural fue determinante en las labores de promoción y elevamiento de la moral en la zona rebelde, los pintores Ada Balcácer, José Cestero, José Ramírez Conde, Asdrúbal Domínguez, Dionisio Pichardo, Leopoldo Pérez (Lepe), Norberto Santana, Gilberto Hernández Ortega, Ramón Oviedo, Elsa Núñez,y  otros elaboraban los afiches y banderolas por toda la zona constitucionalista… Los poetas, Miguel Alfonseca, Juan José Ayuso, René del Risco, Jacques Viau Renaud, Máximo Avilés Blonda, Ramón Francisco, Abelardo Vicioso, Rafael Astacio Hernández, Pedro Mir, Grey Coiscou Guzmán, Pedro Caro, Antonio Lockward, Silvano Lora, Salvador Pérez Martínez, Fernando Casado, entre otros.

Músicos: Aníbal de Peña, autor del Himno Constitucionalista grabado con el cuarteto vocal Los Solmeños (los mellizos Horacio y Rafael Pichardo, Nandy Rivas y Tito Saldaña), Enriquillo Sánchez, Danny León Pichardo, cantantes como Olga Azar, Elenita Santos, Violeta Stephen, Armando Recio, Cuco Valoy (compositor de un montuno alusivo a la lucha, Las páginas gloriosas), cuerpos de baile como el de Tony Echavarría, animaron a la gente. Sesiones de cine fórum completaron la oferta cultural.

El Frente Cultural fue determinante en las labores de promoción y elevamiento de la moral en la zona rebelde

Foto cortesia de Thimo Pimentel.

El periodo posterior a intervención norteamericana dio paso a un renacimiento de las letras, el arte y la cultura popular en Santo Domingo. La prensa escrita jugó un papel primordial en la difusión de las ideas y las nuevas vanguardias culturales. ¿Podría hacer un esbozo de los suplementos culturales de los 70s y 80s desde las portadas, la experimentación gráfica y el contenido?

La vida cultural se reactivó, las letras y la cultura popular dando lugar a la creación de los Clubes Culturales. La actividad económica creció y creció el país. Entre los suplementos que recuerde estaba Isla Abierta en el Periódico HOY, de Publicaciones ¡Ahora!, dirigido por Manuel Rueda.

¿Podría hablar de la misión del grupo PROYECTA al que perteneció, y la visión artística que agrupaba a la membrecía?

PROYECTA vive aun en su manifiesto revolucionario. Artísticamente teníamos visiones diferentes, pero como grupo procurábamos unidos remover los cimientos de la crítica complaciente, la profesionalidad de sus presentaciones y a la vez resaltar la memoria de nuestros maestros y los maestros en generaciones anteriores.

El drama de la guerra durante la invasión militar norteamericana del 1965 en Santo Domingo. Foto: Thimo Pimentel.

¿Cincuenta años después, a su entender, cual es el legado de la revolución de abril de 1965?

La pérdida de vidas jóvenes en la epopeya de abril, dejo un sabor amargo de esta cuarta intervención, jóvenes valiosos los perdimos para siempre. La memoria de los pueblos debe pasar a las generaciones por venir y apalancar sus incesantes luchas por su libertad y en su permanente búsqueda de justicia social y desarrollo económico.

Los conceptos de justicia y desarrollo no han sido lo deseado, en las últimas dos décadas, y es por eso que la memoria histórica de nuestro país debe ser enérgicamente preservada para mantenerla veraz, límpida, trasparente y sobretodo evitar por sobre todas las cosas otra oprobiosa y dolorosa intervención militar venga de donde venga.

La guerra patria de abril de 1965, también llamada La Revolución Constitucionalista, o Guerra Patria de Abril como otros llaman, fue una gran cruzada de un pueblo frente a un invasor poderoso.