Por Emmanuel Espinal
13 de octubre, 2010
Chile, 13 de octubre 2010 - Aproximadamente a las 10:30pm hora del Este Estados Unidos, en la mina San José, comenzó la labor de rescate de 33 mineros que fueron sepultados a 700 metros de profundidad el 5 de agosto del 2010. La contracción que los traería a la superficie, llamada fenix 2, se sumergió en la perforación de 66 centímetros con el primer rescatista y llena de esperanza de sacarlos con vida. Después de 14 a 16 minutos volvió a renacer Florencio Avalos al respirar aire puro de nuevo. Y en un abrazo con su hijo el mundo presenció algo nunca visto y era la evidencia de que el Plan B había triunfado.
Le seguirían Mario Sepúlveda, quien salió contento y con piedras como suvenires para los rescatistas, luego Juan Illanes y el cuarto sería Carlos Mamani Soliz, el único extranjero al ser boliviano. Los mineros volvían a renacer después de 69 días bajo tierra con temperaturas de 80-90 grados Fahrenheit, 90% de humedad, total oscuridad y alimentándose con lo que le mandaban por 9 perforaciones llamadas "palomas".
Estos hombres sufrieron esta tragedia por la negligencia de los dueños de la mina quienes mandaban a estos mineros a trabajar en situaciones precarias porque no contaban con la seguridad apropiada. Algo que no es raro en las operaciones de compañías grandes especialmente en nuestros países. Este es un incidente cual se debe usar para exigir y comenzar reformas en la forma que operan empresas grandes en nuestros países.
Se tomara 48 horas de rescate. Esperamos que las contracciones Fenix 1 y 2 puedan resurgir 36 veces, 33 por los mineros 3 por los rescatistas, como el ave mítico que se surgió de los escombros. Que cada uno de los mineros se puedan encontrar en buen estado de salud. Que sea este nuevo renacer un ejemplo al mundo de la humanidad que muchas veces olvidamos con los estragos diarios.