Por ESENDOM
La lamentable desaparición física del poeta, periodista e historiador Juan José Ayuso el dia 27 de octubre deja un gran vacío en la sociedad dominicana. De un alto compromiso ético y moral que nadie pone en duda y el cual mantuvo intacto a viento y marea por mas de cinco décadas en el ejercicio de sus funciones como periodista, funcionario publico , trabajador de la cultura e intelectual, Juan José Ayuso deja un importantísimo legado escrito disperso en varios medios nacionales como la revista ¡Ahora!—donde laboró en 1968 como jefe de información nacional; en la revista de humor político Cachafú, del cual fue co-fundador; y el vespertino El Nacional de ¡Ahora! donde escribía la columna Al Día entre otros medios de información impresa. Su obra poética más conocida es Bienaventurado los cimarrones (Taller, 1979). También escribió ensayos e investigaciones históricas entre los que se pueden mencionar Pagar o matar, una radiografía de la corrupción durante los primeros gobiernos de Leonel Fernández y El sargento Douglas Lucas. La Revolución Constitucionalista y Guerra Patria de 1965 entre otros.
Testigo presenciar y actor en primera fila de la Revolución Constitucionalista de 1965 y Guerra Patria en contra de la invasión norteamericana, Ayuso fungió como director de prensa del gobierno revolucionario en armas bajo la dirección del Coronel Caamaño Deño. A finales de los años 50, entabló una amistad con escritores y artistas de la nueva vanguardia cultural. Entre estos destacan el poeta y militante revolucionario dominico-haitiano Jacques Viau Renaud a quien le dedicaría un poema para honrar su memoria luego de su trágica muerte durante la lucha armada en uno de los muchos enfrentamientos con el soldado invasor. El poema dedicado a Viau y a los combatientes olvidados se publicó en un folleto mimeografiado, el que luego seria la primera publicación del Frente Cultural: Pueblo, sangre y canto.
A continuación presentamos una selección parcial de algunas de sus opiniones y observaciones en torno a la sociedad y política dominicana que vieron la luz en la columna Al Dia de el periódico El Nacional la cual se puede acceder desde el portar del diario:
La revolución de abril del 1965:
«Los constitucionalistas no tuvieron otra opción que permitir que se les cercara en 11 barrios del centro de la capital. El movimiento no logró extenderse a provincias y la invasión militar norteamericana tomó el territorio».
«El coronel Pedro Bartolomé Benoit firmó la carta que EEUU utilizó como pretexto para la invasión pero casi todos los generales y coroneles de las FFAA la hubiesen firmado con aquél. La situación, como comprobaría el enviado especial del presidente Lyndon Johnson, John Bartlow Martin, era desesperada para esos mandos. Muchos, y lo testimonia el embajador, lloraban desesperados y presas del miedo y del pánico ante el embate popular de los constitucionalistas».
José Francisco Peña Gómez:
«El gran fallo de Peña Gómez fue no aceptar su origen racial y étnico y enfrentar con ello, y con los mejores argumentos que hay, la campaña racista y antihaitiana de su adversario Balaguer y de otros dominicanos “bovaristas” y alienados de los que hacen, tuercen y retuercen opinión pública».
Jacques Viau Renaud:
«Desde los años de inicio de la turbulencia antitrujillista de mediados de los cincuenta, Haití tuvo otros tres nombres para mí: Jacques Viau, Mario Beaulieu y José Rone. A Jacques lo conocí en 1955 o 56 y no recuerdo quién nos presentó. En esa época y con la misma edad, los muchachos con la sensibilidad política a flor de piel no teníamos que presentarnos».
El ambiente cultural dominicano en los años 60s:
«En lo ético, arte social y lo que se denominaba entonces literatura comprometida. Una negación del individualismo, del abstraccionismo y del lirismo en cuanto se pintaba y escribía. Una afirmación de la necesidad de un arte y de una literatura que reprodujeran la necesidad de liberación del pueblo».
El crimen de las hermanas Mirabal:
«El 25 de noviembre fueron asesinadas las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal en un crimen al que la sociedad respondió con activo repudio y con una acción antitrujillista que ya no se disimulaba».
El machismo en la politica dominicana:
«Ni siquiera cuando con timidez el Partido de la Liberación logró el poder en 1996 se comprobó en su mentalidad y acciones una actitud que no fuera la tradicional frente a la mujer partidaria y nacional».
«Juan Bosch no se distinguió por feminista y en el Partido Revolucionario ni en el PLD creó las condiciones de igualdad, consideración y respeto para que las mujeres activaran y alcanzaran por méritos los altos puestos que reservaba a sus elegidos».
«José Francisco Peña Gómez, en el PRD, aprendió en esa escuela y las mujeres que descollaron en torno suyo lo hicieron como esposas, secretarias o mensajeras de dirigentes para lo doméstico».
Leonel Fernández:
«Los gobiernos del presidente Fernández quieren parecerse a los del déspota ilustrado neotrujillista Joaquín Balaguer. Y como es así, hay que vigilar la conducta de la Junta Central Electoral».
«Como abogado y profesor en la Universidad Autónoma no alcanzaba mayor brillo que en lo que pudiera llamarse su carrera política hasta el momento. Fernández no alcanzó la mayoría de votos que le dieran el puesto sino que su victoria obedeció a una maniobra de Joaquín Balaguer a fin de que José Francisco Peña Gómez, del Partido Revolucionario, no llegara al poder».
Joaquín Balaguer:
«La persecución, el encarcelamiento, el asesinato y el destierro fueron los expedientes de poder mediante los cuales Balaguer cimentó su régimen. Había llegado también con el respaldo de la oligarquía nacional que sentía el mismo pánico de sus protectores y asociados norteamericanos, y del hijo mayor del tirano Rafael Trujillo, ‘Ramfis’».
«Las elecciones para Balaguer no fueron nunca el mecanismo esencial del régimen democrático sino una vía sucia para ganar o permanecer en el poder. Su trabajo no era buscar apoyo de las masas sino enarbolar cuanto instrumento de poder pudiera para resembrar o aumentar el miedo entre la gente con algo o nada qué perder».
La dictadura trujillista:
«Con Dios y Trujillo no fue una simple metáfora. Fue la expresión de la política de Pius XII sellada con Trujillo en el Concordato de 1954 que todavía tenemos y que tuvo ser paralelo con Hitler en Alemania y con Franco en España».
«La pobreza en tiempos de la tiranía de Rafael Trujillo era muchísimo peor que la de ahora porque había que callarla».
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