Una feria del libro dominicano atroz y un silencio aterrador
Por Amaury Rodríguez
16 de octubre de 2018
La feria del libro dominicano en Nueva York dedicada a Juan Bosch fue una burla más del peledeísmo y el estado dominicano a la comunidad dominicana y sus escritores.
Por primera vez en muchos años no asistí a la feria del libro dominicano en Nueva York. Al igual que yo, muchas otras personas decidieron no ir. La verdad no sé si un adefesio de esa naturaleza debería llevar el nombre de feria o de circo. Y es que, en esta última versión de la feria organizada por el Comisionado Dominicano en Nueva York, una dependencia más del derrochador Ministerio de Cultura de la República Dominicana, las botellas y bocinas afines al partido gobernante tomaron el cielo por asalto.
Es evidente el parecido entre las ferias del libro aquí y allá. Aquí y allá, y no sólo en las ferias del libro, se reproducen los mismos esquemas, las mismas ideas tradicionales y visiones conservadoras gracias a la generosidad de un ejército de machitos y burócratas que nunca han abierto un libro o un periódico o un ojo crítico o para quienes la cultura importa un comino.
El libro, las ideas y el debate intelectual y la creación al fin, como siempre, fueron echados a un lado. Es la realidad de las ferias del libro en Santo Domingo y ahora en este Nueva York más inhumano donde, al igual que en la isla y en muchas otras partes, reina el lucro y el capital.
La corrupción y los corruptos hicieron presencia como gatos por su casa. Fueron, sin lugar a dudas, los verdaderos protagonistas de la feria. De acuerdo al listado que aparece en el programa de la feria del libro en Nueva York, varios funcionarios del peledeísmo estarían entre los exponentes entre ellos Rubén Bichara, Vicepresidente Ejecutivo, Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), el mismo infame detrás del proyecto de construcción de la planta de carbón en Punta Catalina. Este mega-proyecto, símbolo del derroche y la corrupción del PLD y el poder establecido, ha recibido duras críticas por los efectos nocivos y destructores que podría tener a la vida y al medio ambiente. ¿Por qué se regala una plataforma a un funcionario para disertar acerca de poesía cuando él es uno de los responsables de llevar a Santo Domingo al borde del abismo?
Otro aspecto atroz de esta recién pasada feria o derroche desmedido del erario público es la censura al escritor y catedrático Silvio Torres-Saillant. El año pasado, el Comisionado informaba como si nada de la cancelación de la feria del libro dedicada en su honor. Se justificaba ese circo con explicaciones y justificaciones vacías, falsas, absurdas. De lo que se trataba era de tapar la llaga. Y con esa suspensión de la feria, se edificaba un nuevo precedente de la barbarie entre las coordenadas Santo Domingo-Nueva York. Con esa cancelación del evento cultural, se silenciaba a uno de los intelectuales dominicanos que, en los últimos años, ha mantenido una actitud crítica y democrática frente a la tradición autoritaria del estado dominicano y en particular, las políticas racistas y de desnacionalización de dominicanos de origen haitiano. ¿Fue esta valiente actitud de parte Torres-Saillant la que determinó su censura y exclusión de la feria?
Este año, los machitos al frente del Comisionado dominicano en Nueva York se hicieron los tontos al darle rienda suelta a la exclusión de Torres-Saillant del programa de actividades de la feria luego del irrespeto y maltrato al que había sido sometido con anterioridad.
No queda más que levantar la voz y denunciar la censura del gobierno dominicano. A pesar de nunca haber intercambiado palabras con Torres-Saillant o de reconocer las profundas divergencias que nos separan, lo que por ahora no viene al caso, me sumo a su defensa ante la censura a la que ha sido objeto desde el año pasado. Esa censura fue unas de las razones por la que desistí en ir a la feria del libro y legitimar el garrote y toda esa represión social a que nos tienen acostumbrados el PLD y sus aliados. Que quede claro: cuando van por un artista o escritor es como si fueran por todos. Nuestro compromiso debe ser siempre la defensa de la libertar, y, ante todo, la libertad de crear. Hoy por ti, mañana por mí.
Ante la censura, surgieron voces. Ese mismo fin de semana, mientras la maquinaria autoritaria del peledeísmo estaba en marcha, una actividad paralela se llevaba a cabo en torno a la obra y el legado del poeta Pedro Mir. En una nota publicada en la página/espacio disidente Cultura Indignada en Facebook, la poeta Raquel Virginia Cabrera, resaltó el significado del evento:
Quienes escuchamos anoche el discurso principal del Dr. Silvio Torres-Saillant, en el simposio dedicado al poeta nacional Pedro Mir, nos quedó muy claro que nuestro país, a pesar de contar con una reliquia de escritores, escritoras y artistas que acostumbran a doblar rodillas ante el poder, también existe una tradición de poetas e intelectuales disidentes ante el régimen en el que le ha tocado vivir. Enhorabuena a quienes decidieron hacer esta actividad alternativa tan necesaria y significativa, que ofrecía precisamente este fin de semana la oportunidad de celebrar la importancia de tomar una posición en defensa de la libertad de expresión y del pensamiento.
¡Qué satisfacción, paz y alegría la de haber estado ahí y saberse estar en la orilla contraria al silencio, la complacencia y la sumisión a quienes se atreven a seguir usando el nombre de Juan Bosch para legitimar su desvergüenza e infamia!
Es desconcertante saber que muchos escritores que alguna vez denunciaron la corrupción, el racismo y la violencia del estado dominicano se hayan hecho cómplices y legitimado la censura a Torres-Saillant cuando se prestaron a participar en la feria del libro en Nueva York. Una actitud apolítica o un «no me importa» habrán contribuido a su falta de solidaridad con Torres-Saillant. O tal vez el hecho de recibir alguna prebenda, unas monedas o la promesa de la publicación de algún libro.
A la misma vez, bien por el grupo de artistas y escritores que no titubearon en expresar apoyo y solidaridad a Torres-Saillant en el marco del simposio del fin de semana y a través de otros espacios de comunicación. El cielo les pertenece.
En ocasión a la feria del libro en Santo Domingo, Pedro Conde Sturla
escribió la siguiente viñeta:
Hoy, todavía, la Feria del libro, la ahora pomposa Feria internacional del libro,
sigue siendo, en cuanto a libros se refiere, una chimiferia del libro, un espectáculo circense con un marcado carácter mercurial, no cultural, propagandístico y gobiernista.
Son dos semanas de circo, pan y circo y bebidas a granel. Obras de teatro,
películas, bailes, música, cantantes populares y hasta un trencito para
desplazarse por el recinto están a la orden del día.
Puro circo. No por casualidad el evento se inaugura y concluye con un
acto solemne en presencia del monarca constitucional de la República
y un montaje infernal de costosísimos fuegos artificiales. Puro circo.
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