Tres poemas de René
Por ESENDOM
6 de abril de 2020
La súbita partida de René Rodríguez Soriano (1950-2020) estremeció los círculos culturales de la República Dominicana. Poeta, cuentista, novelista editor, publicista; su currículo vitae ocuparía varias páginas. La semana pasada, la revista cultural Plenamar le dedicó un número especial a quien fuera sin duda algunas, un creador prolífico del asombro y la imaginación.En su memoria, y coincidencialmente cuando se celebra el mes Nacional de la Poesía en los Estados Unidos de Norteamérica donde vivió por mucho tiempo, ESENDOM presenta a sus lectores tres poemas de su autoría: Apunte a lápiz (lectura a cargo de Luis Rafael Díaz), Cortaziana con lluvia y chocolate y Desde la vida.
Apunte a lápiz
Apunte a lápiz, trazos sueltos,
tirando a casi palidez desnuda
y limpia. Poesía menor
que ni siquiera aspira
a nadar en la otra orilla
-si es el que el mar, el tiempo
y la distancia, tienen
otro envés-.
Tenue apunte
que quizás, a más tardar mañana,
borren las aguas del olvido
o se pierda en la arena,
quebradizo papel
que lava los recuerdos
al borde de los pasos
y la espuma.
Del libro Apunte a Lápiz (Pasobajito, 2007)
Cortaziana con lluvia y chocolate
Si una mujer te invita
a un chocolate espeso espumeante
al insinuar la tarde con mar de albaricoque al fondo
y tú no sabes si mayo o la mujer si la mujer si lluvia
todo poema prometido es una mandarina esdrújula
un voto en vilo un niño mudo en pleno parque
una acuarela sorda o tres cerezas tristes en un trípode
melódico mordaz y el chocolate o la mujer y el chocolate
o la mirada que se filtra por la tarde entra por el teléfono
se derrama indiscreta por las piernas de azúcar
dice algo sin decirlo la lluvia la mujer el chocolate
o el poema quizás el poema tal vez la tierra prometida
o volver a empezar hasta que salga el poema la lluvia
el chocolate la mujer o
-Del libro Rumor de pez (UCE, 2009)
Desde la vida
ven empujemos la tarde
hasta el abismo de la noche
busquemos muy juntos los recuerdos
que una madrugada
sembré en las carnes de estas tierras
acércate
hagamos el comienzo del mundo
con suspiros sin serpientes
sin manzanas ni evas ni adanes
hagamos la vida con la vida
desde la vida misma
-Del libro Raíces con un comienzo y un final (Taller, 1977)