Por ESENDOM             3 de octubre de 2017

Entrevista al cineasta Etzel Báez (Constanza, República Dominicana) acerca de su película Amín Abel Hasbún. Memoria de un crimen (2014) a 47 años del asesinato del líder estudiantil dominicano de origen palestino a manos gobierno derechista de Joaquín Balaguer. Actor, periodista, director teatral y organizador de espacios que contribuyen a la educación y al fomento del cine como el Festival del Minuto,  Báez ha capturado un episodio más que la historia oficial se empeña en borrar.  

Háblenos de las circunstancias que lo llevaron a dirigir una cinta cinematográfica acerca del asesinato de Amín Abel Hasbún durante los doce años de Balaguer.

Mis motivaciones son las de cualquier artista por realizar lo que tiene en la cabeza, pero la diferencia es mi percepción de la realidad y de la necesidad de generar memoria política e ideológica con quien lucha a favor del bienestar del pueblo dominicano.

¿Cómo se gestó el proceso creativo durante el rodaje de la cinta?

Por intuición. Cuando se dirige como el caso se presentan dificultades pues una cosa es lo que escribes y ensayas y a la hora de filmar es cuando debe manifestarse el talento para dirigir que es lo mismo de dar respuestas creativas al momento de “esculpir” (como se saca una estatua de una piedra, por ejemplo) y armonizar todos los elementos que tienes en escena y que ya fueron planificados. Es ahí que funciona el talento o la intuición, y eso no se aprende en una escuela o viendo mucho cine o analizando cine.

¿Cuáles fueron algunos de los problemas técnicos y conceptuales que se presentaron en el ensamblaje de la película?

Teníamos el minino de equipos y técnicos. Una sola cámara con un trípode malísimo. La diferencia estuvo en la competencia y dominio artístico del personal detrás de la cámara y una buena dirección. Se filmó todo en nueve días porque teníamos que ceñirnos a un presupuesto que solo daba para eso. En cuando a lo conceptual fue facilísimo pues tengo bastante experiencia en labores escénicas y sé muy bien lo que funciona o no para generar emoción.

¿Cuál ha sido la recepción de 339 Amín Abel Hasbún. Memoria de un crimen en la República Dominicana y en el exterior?

Quienes me adversan la han visto y cambian de opinión con algo así: «Ah, pero Etzel sabe… no es solo boca…»

Entonces imagínate quien no tiene prejuicios conmigo y ve el filme. El común denominador es que genera indignación y emociones fuertes. 

Nos gustaría saber cuáles trabajos cinematográficos considera han influenciado su visión artística y social.

El cineasta iraní Abbas Kiarostami hizo el filme “Shirin” y el documentalista brasileño Eduardo Coutinho hizo “Jogo de Cena”, quien ve esos dos filmes va a encontrar el por qué me convencí de que estructurar el filme de la manera que está hecho pues ya con esos dos filmes no tuve miedo a expresar esa historia de esa manera que para cualquier cineasta es una mina, no es todos los días que uno se encuentra con un interrogatorio real a unos asesinos de un revolucionario que encima lo matan frente a su esposa embarazada y con un niño pequeño. Cada filme tiene su forma para ser hecho, es decir que la historia te dice cómo hacerla, pero tienes que tener valor para hacerla. El próximo filme el crimen de las Mirabal lo haré muy parecido a El Hijo de Saúl, ganador del Oscar como Best Foreign Language Film of the Year, 2016. 

¿Qué lugar ocupa el cine dominicano o la práctica cinematográfica que se está llevando a cabo en la nación caribeña en América Latina?

RD es un país cuya población está sujeta, presa, condicionada ideológicamente a consumir los productos de las clases dominantes y clases gobernantes y no otra cosa. Encima existe analfabetismo cultural. Bien nos define un poco lo acentuado por Mario Vargas Llosa en su ensayo La civilización del espectáculo.

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Amín Abel Hasbún. Memoria de un crimen ha sido proyectada en varias universidades en los Estados Unidos y se estrenará en cines comerciales en enero del 2018.